El Banco Santander ha dado hoy un paso más en la integración del Banco Popular y el Pastor al inscribir en el registro mercantil la fusión por absorción de estas entidades, un trámite burocrático que supone la desaparición jurídica de estas dos instituciones que, por el momento, conservan sus marcas.

La extinción del Banco Popular y el Banco Pastor no tiene ningún efecto operativo inmediato, ya que ambas redes seguirán operando con total normalidad, como hasta ahora, según señalan desde el grupo presidido por Ana Botín.

Los clientes del Popular podrán seguir operando en sus oficinas habituales y, por ser clientes del grupo Santander, ya disponen de una serie de productos y servicios comunes, como el uso gratuito de la red de cajeros, unos 7.500 por toda España.

Las oficinas de Popular y Pastor seguirán abiertas y prestando servicio como hasta ahora y no habrá cambios sustanciales hasta que concluya la integración tecnológica, añaden las mismas fuentes tras comunicar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores la inscripción en el registro mercantil de la fusión.

El Banco Santander destaca que el proceso de integración avanza según el calendario previsto y se compromete a seguir informando a los clientes en cuanto se produzca la integración operativa, el último paso para culminar el proceso iniciado en el verano de 2017, cuando anunció la compra de Popular.