El déficit del conjunto de las administraciones públicas cerró junio en 22.083 millones de euros, una cifra que equivale al 1,82 % del PIB y supone un descenso del 13,2 % con respecto al mismo periodo de 2017.

El objetivo oficial para el conjunto del año es un déficit público del 2,2 % del PIB, aunque el Gobierno ya ha comunicado a Bruselas que este se situará alrededor del 2,7 % del PIB.

Los datos de ejecución presupuestaria publicados hoy por el Ministerio de Hacienda revelan que el déficit una vez incorporado el saldo de las ayudas a la banca -positivo por 86 millones de euros- es de 21.997 millones, un 1,81 % del PIB.

En la primera mitad del año, la Administración central acumuló un déficit equivalente al 0,82 % del PIB -su objetivo es el 0,7 %-; las comunidades autónomas, el 0,59 % del PIB -su objetivo es el 0,4 %-, y la Seguridad Social, el 0,46 % del PIB -su objetivo es el 1,1 %-, mientras que las corporaciones locales se anotaron un superávit del 0,05 % del PIB -su objetivo es el equilibrio-.

Hacienda también ha publicado datos actualizados hasta julio del déficit de las administraciones públicas sin tener en cuenta las corporaciones locales, cuyos datos para ese mes aún no se conocen, y que arrojan un déficit de 22.634 millones, un 1,87 % del PIB.

En esos siete meses, la Administración central se anotó un déficit del 1,61 % del PIB, y la Seguridad Social, del 0,31 %, mientras que las comunidades autónomas lograron un superávit del 0,06 % del PIB por el impacto de la liquidación definitiva de 2016, positiva para las autonomías, que fue abonada en julio.

En los siete primeros meses del año, ocho comunidades autónomas -Andalucía, Asturias, Baleares, Canarias, Galicia, Madrid, La Rioja y País Vasco- registraban superávit y una, Cataluña, equilibrio presupuestario.

Los datos más recientes dados a conocer hoy por Hacienda se refieren exclusivamente a la ejecución presupuestaria del Estado, que entre enero y agosto sumó 18.895 millones de euros, una cifra que equivale al 1,56 % del PIB y supone un descenso del 11,9 % con respecto al mismo periodo de 2017.

En términos primarios, es decir, sin tener en cuenta los intereses de la deuda, el déficit estatal entre enero y agosto se sitúa en 1.254 millones de euros, lo que equivale al 0,1 % del PIB y que supone una reducción del 66,4 %.

En estos ocho meses, los ingresos ascendieron a 123.552 millones de euros, un 8,3 % más, gracias a la buena marcha de la recaudación tributaria, que aumentó un 7,4 %.

Todos los grandes impuestos incrementaron sus ingresos: Los de IVA fueron de 47.803 millones de euros, un 6,6 % más; los de IRPF, 23.282 millones de euros, un 11,7 % más, impulsados por el resultado de la campaña de la renta, y los de impuesto de sociedades, 15.549 millones, un 9,7 % más.

Mientras, en este periodo los gastos se situaron en 142.417 millones, un 5,1 % más, principalmente por las mayores transferencias corrientes entre administraciones públicas debido al repunte de las destinadas a los Fondos de la Seguridad Social.

Las inversiones sumaron 4.610 millones, un 75,6 % más, y también repuntaron la aportación a la UE por recursos de IVA y RNB, en un 18,2 %; los consumos intermedios, en un 2,2 %, y la remuneración de asalariados, en un 1,1 %, mientras que los intereses de la deuda bajaron un 0,5 %.