Volkswagen se enfrenta este lunes a su primer gran juicio por el caso del software que alteraba las emisiones de algunos vehículos con motor diésel, más conocido como ''dieselgate''.

El tribunal regional de Braunschweig (Alemania) tendrá que determinar si la corporación alemana debería haber informado ante los mercados financieros del engaño para evitar pérdidas a sus accionistas, quienes reclaman 11.000 millones de dólares (9.512 millones de euros al cambio actual).

Los inversores buscan así una compensación por una caída en el precio de los títulos de Volkswagen provocada por el escándalo, que salió a la luz en 2015 y le ha costado a la firma alemana 27.400 millones de euros en multas y llamada a revisión de vehículos hasta la fecha.

VW ha admitido el fraude sistemático en las emisiones de sus vehículos, pero niega haber cometido un error en materia de divulgación.

"Esta demanda es única y exclusivamente sobre si Volkswagen cumplió con sus obligaciones de divulgación con los accionistas y los mercados financieros. Estamos seguros de que este es el caso", señaló el fabricante germano en un comunicado.