El gobernador de California, el demócrata Jerry Brown, firmó hoy una ley para que este estado de EE.UU. obtenga toda su energía de fuentes renovables para el año 2045.

Brown aseguró hoy en un comunicado que la ley conocida como SB-100 sitúa a California en el camino para cumplir y superar los objetivos del Acuerdo de París contra el cambio climático.

"No será fácil. No será inmediato. Pero se debe hacer", subrayó Brown.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció en junio de 2017 su decisión de sacar al país del Acuerdo de París, aunque la retirada no se hará efectiva hasta 2020.

Estados Unidos sería así el único país en todo el mundo que rechaza este pacto.

En declaraciones a Efe, el senador californiano e impulsor de la medida, Kevin de León, aseguró hoy que "la ley va a mandar un mensaje duro y directo a Washington y al resto del mundo para reducir los contaminantes que están afectando a nuestros hijos y a todo el planeta".

"Le guste o no le guste a Trump, California es el líder mundial en energías renovables", añadió el senador de origen latino.

Tras haber recibido el visto bueno del Senado y de la Asamblea de California hace dos semanas, la norma fue aprobada hoy definitivamente, a solo dos días de que comience en San Francisco (EE.UU.) la Cumbre Mundial de Acción Climática.

California, que ha sufrido los efectos del cambio climático recientemente con graves periodos de sequía y grandes incendios, cada vez más frecuentes, es un estado dominado por los demócratas y desde posiciones progresistas se ha enfrentado a Trump en este tema y en otros asuntos, como la inmigración o la sanidad.

La legislación aprobada hoy prevé ir avanzando gradualmente hacia su meta final, con un objetivo del 50 % de energías limpias para 2025, un 60 % para 2030, y finalmente el 100 % para 2045.

Ese 100 %, a su vez, debe incluir por lo menos un 60 % de energías renovables - solar, eólica, geotérmica, y generación hidroeléctrica de pequeña escala-, y un 40 % restante, que puede provenir de fuentes limpias pero no estrictamente renovables, lo que incluye nuclear, grandes hidroeléctricas, y plantas de gas natural que capturen y almacenen el dióxido de carbono.