El Gobierno francés, después de manifestar sus dudas en los últimos días, confirmó hoy que pondrá en marcha a partir de enero la retención del impuesto sobre la renta en la nómina, una reforma que se había planificado desde hace años pero nunca se aplicó.

"Estoy contento, es una buena decisión para los franceses", declaró el ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, en una entrevista al canal LCI, en la que detalló una novedad respecto al dispositivo que se había dado a conocer en los últimos meses.

Los beneficiarios de diferentes tipos de exenciones fiscales recibirán un cheque del fisco el 15 de enero por el 60 % del valor del que se beneficiaron el año anterior para evitar que tengan que avanzar dinero.

"No habrá ningún perdedor, y el primer choque psicológico (por la aplicación de la retención en la nómina) será positivo puesto que las exenciones se reembolsarán el 15 de enero", subrayó en otra entrevista en la emisora France Info el ministro de Hacienda, Gérald Darmanin.

Después de su llegada al poder en mayo de 2017, el Ejecutivo del presidente francés, Emmanuel Macron, había decidido posponer un año la puesta en marcha de la retención en la nómina, que el anterior Ejecutivo socialista había programado para 2018.

Y la semana pasada, Macron indicó que iba a examinar la pertinencia de llevarla a cabo en 2019, lo que desató las especulaciones sobre su abandono, en contra de la voluntad de Darmanin, que la había estado preparando durante meses.

Finalmente, el primer ministro, Edouard Philippe, anunció anoche que desde enero las empresas retendrán una parte del salario a cuenta del impuesto sobre la renta, como se hace en otros países europeos. Se acabará así con una peculiaridad del sistema fiscal francés.