Toshiba completó hoy la venta de su negocio de chips de memoria a un consorcio empresarial de Estados Unidos y Corea del Sur, una operación que se prolongó meses y llegó a peligrar, y cuyo objetivo es sanear sus maltrechas finanzas.

La multinacional nipona de electrónica e infraestructura anunció el cierre de la operación en un comunicado en el que explicó que espera que la operación genere una ganancia especial de 970.000 millones de yenes (7.600 millones de euros), que contribuirá en gran medida a alcanzar sus previsiones de ganancias para el ejercicio 2018.

La compañía espera anotarse un beneficio neto de 1,07 billones de yenes (8.400 millones de euros) en el actual ejercicio, que se prolongará hasta el 31 de marzo de 2019.

La multinacional nipona de electrónica e infraestructuras acordó en 2017 vender por 2 billones de yenes (15.700 millones de euros) su rama de chips a un consorcio que incluye al fondo estadounidense Bain Capital y al fabricante surcoreano SK Hynix para reparar las pérdidas por la quiebra de sus operaciones nucleares en EEUU.

La venta encontró varios obstáculos, desde la oposición de su socio en la fabricación de chips, la estadounidense Western Digital, con quien protagonizó un cruce de demandas, hasta la demora de la aprobación de las autoridades antimonopolio.

Los reguladores de competencia de China autorizaron la venta de la filial de chips de la nipona, Toshiba Memory, en mayo, casi dos meses después de la fecha límite que Toshiba se había impuesto para obtenerla y que tenía como objetivo incorporar las ganancias derivadas de la venta en sus resultados financieros de 2017.

Toshiba planeó inicialmente liquidar la venta el pasado ejercicio porque necesitaba atajar su insolvencia y evitar su expulsión de la Bolsa de Tokio (donde opera en la segunda sección desde el pasado agosto), contingencias que solucionó con una emisión de acciones.

Toshiba mantendrá una participación del 40,2 % en el negocio, mientras que el resto pertenecerá al resto de integrantes del consorcio (K. K. Pangea), del que también forman parte Apple, Dell, Kingston o la firma japonesa de cristal óptico Hoya.

Toshiba Memory es el segundo fabricante mundial de chips de memoria flash NAND tras el surcoreano Samsung Electronics.