La Policía española ha dejado en libertad al empresario británico William Browder, crítico con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, después de un breve periodo bajo custodia en el que ha comprobado que la orden de arresto emitida por las autoridades rusas por evasión fiscal carece de validez al no estar vigente.

El propio Browder había adelantado en su cuenta de Twitter la detención. "La Policía española en Madrid me acaba de detener por una orden de arresto de Interpol de Rusia", ha escrito, añadiendo una fotografía del momento en el que era trasladado en un coche policial.

El empresario e inversor británico, condenado en rebeldía por un tribunal en Rusia a nueve años de prisión, ha informado en la misma red social de su liberación. "Buenas noticias. La Policía me acaba de liberar después de que la Secretaría General de la Interpol en Lyon le recomendase no cumplir la nueva alerta roja rusa", ha explicado, para acto seguido denunciar que "es la sexta vez que Rusia ha abusado de Interpol" en su caso.

Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid han explicado a la agencia rusa a Sputnik que el empresario fue trasladado a la comisaría para "hacer las comprobaciones oportunas", pero finalmente quedó en libertad porque "la orden no está vigente".

Un portavoz de la Fiscalía rusa, Alexander Kurenoi, ha asegurado a la misma agencia que no tenían "confirmación" por parte de la Interpol sobre la consumación del arresto. "La esperamos en las próximas horas", ha declarado, antes de que el propio Browder revelase también que había quedado libre de nuevo.

REINO UNIDO CELEBRA LA LIBERACIÓN

El ministro de Exteriores de Reino Unido, Boris Johnson, también ha informado de que ha podido hablar con el empresario tras su breve detención por parte de la Policía española y ha instado a Rusia a "concentrar" sus esfuerzos en investigaciones como el "asesinato" del abogado Sergei Magnitski en 2009.

"Acabo de hablar con Bill Browder, muy contento de que ya haya sido liberado", ha afirmado Johnson en su cuenta de Twitter. "Moscú debería concentrarse en llevar ante la Justicia de a los responsables del asesinato de Magnitski", ha reclamado el jefe de la diplomacia británica.