El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, advirtió hoy contra la competencia fiscal entre los Estados miembros de la Unión Europea (UE) y llamó a atajar las prácticas de planificación fiscal agresiva que efectúan algunos de sus países.

"No hay paraísos fiscales en la UE en el sentido de los estándares internacionales, pero sería absurdo negar que hay prácticas de planificación fiscal agresiva", dijo Moscovici en su comparecencia durante la primera audiencia de la nueva comisión especial sobre delitos financieros, evasión y fraude fiscal de la Eurocámara.

El comisario recordó que un informe publicado por el Ejecutivo comunitario el 7 de marzo reveló que siete países de la Unión -Bélgica, Chipre, Malta, Holanda, Irlanda, Hungría y Luxemburgo- realizaban este tipo de prácticas.

En este sentido, consideró que estos Estados deberían modificar las legislaciones que permiten estas prácticas, pero no anticipó si la Comisión Europea les recomendará reformas concretas en mayo, cuando presentará sus recomendaciones específicas por país.

"No podemos por un lado promover la convergencia de nuestras economías para luego lanzarnos a una competencia fiscal sin piedad. La competencia fiscal no nos llevará a ninguna parte", insistió.

Moscovici dijo que los siete países reaccionaron de forma "muy enérgica" después de que les señalase durante la presentación del paquete de invierno del Semestre Europeo (el ciclo de coordinación de las políticas económicas en la UE) y que él respondió también de forma "enérgica" a esa reacción.

"Creo que deberían reconocer que no les atacamos como paraísos fiscales cuando son señalados como tal por las ONG, pero no tiene sentido negar que hay un problema y que hay que lidiar con él, y creo que es una razón para que legislen", insistió.

Subrayó que la CE está abierta a una "discusión total" sobre las reformas que serían necesarias y señaló que, si bien hay Estados miembros con "muy buena disposición al diálogo", otros permanecen en la "negación" del problema.

Bruselas quiere evitar una "carrera a la baja" que lleve a los países a competir unos con otros relajando sus regímenes tributarios con el fin de ser más atractivos que sus socios para las compañías extranjeras.

Sin embargo, algunos Estados son especialmente celosos de sus competencias en materia fiscal, área dónde se requiere unanimidad de los Veintiocho para adoptar medidas europeas.

Después de que Luxemburgo fuese señalado entre los siete países mencionados, su primer ministro, Xavier Bettel, criticó al Ejecutivo comunitario por no haber hablado con los países antes de hacer un anuncio público.

"El principio de la UE no es poner a los países unos en contra de otros", dijo.

También el ministro de Finanzas belga, Johan Van Overtveld, dijo estar "sorprendido e indignado" y consideró que la Comisión trabaja con "dos varas de medir" y se fija especialmente en los países pequeños "mientras los Estados más grandes mantienen regímenes perjudiciales".