Más de la mitad de los productos peligrosos que entraron en la Unión Europea (UE) en 2017, el 53 %, procedían de China, según el informe anual del Sistema Europeo de Alerta Rápida (RAPEX), que registró la misma cifra que el curso anterior.

La comisaria europea de Consumo, Vera Jourova, aseguró que la UE está trabajando con el Gobierno chino, con el que está "discutiendo sobre casos concretos" e intercambiando "buenas prácticas" para salvaguardar "las estrictas leyes comunitarias" en materia de consumo.

"Los datos demuestran que el sistema está funcionando y que las autoridades están reaccionando ante las alertas", aseguró Jourova, quien advirtió de que el "mayor peligro" para los consumidores europeos está la venta digital, ya que está "creciendo muy rápido".

Según la comisaria, existen "muchos riesgos en las compras en línea, sobre todo en las importaciones desde países ajenos a la UE", ya que éstos "no pasan por los mecanismos tradicionales de control".

"Estamos hablando con grandes compañías de venta en línea para alcanzar una serie de compromisos concretos antes de final de año", aseguró la comisaria, en referencia a gigantes de la distribución como Amazon, Alibaba, Rakuten, Otto o Ebay.

Alemania, con 354, y España, con 222, fueron las países que registraron un mayor número de alertas, que en el caso alemán se centraron en los vehículos (68 %) y en el español tuvieron una mayor incidencia en los juguetes (53 %).

En el conjunto de la UE, los juguetes fueron el bien más notificado, con el 29 % de las alertas, aunque seguidos con una mayor incidencia de los vehículos (20 %), la ropa (12 %), los aparatos eléctricos (6 %) y los artículos de cuidado de bebés, con un 5 %.