El producto interior bruto (PIB) británico creció un 1,8 % durante el conjunto de 2017, frente al 1,9 % registrado en 2016, según datos oficiales divulgados hoy, que constatan el crecimiento de la economía nacional más lento desde 2012.

La Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) dio a conocer esa información al divulgar el primer cálculo del último trimestre de 2017 -entre octubre y diciembre-, en el que el PIB aumentó un 0,5 %, más de lo anticipado por los analistas, frente a la subida del 0,4 % del trimestre previo -de julio a septiembre-.

Si bien en general los expertos habían vaticinado una expansión de la economía para finales de 2017, que cifraron en el 0,4 %, una minoría barajó la posibilidad de una ralentización del 0,3 % ante el inesperado cierre temporal el pasado mes del oleoducto Forties en el Mar del Norte, que frenó la producción industrial en este país.

La ONS se ha mostrado cautelosa ante el dato positivo del PIB relativo al cuarto trimestre del pasado año y ha alertado de una ralentización económica en cuanto a las tendencias de ese indicador a largo plazo.

"Pese a un ligero repunte en este último trimestre, la imagen subyacente es de un crecimiento más lento y desequilibrado de la economía", dijo hoy el responsable del PIB de la citada oficina, Darren Morgan.

Ese experto consideró que "el impulso en la economía a finales de año procede de una serie de servicios, entre ellos las agencias de reclutamiento de personal, de los agentes de inmobiliarias y de la gestión de oficinas".

Otros, en particular los servicios relacionados con el consumidor, registraron un crecimiento "mucho más lento" al tiempo que el sector manufacturero aumentó "de manera sólida, pese a que la construcción volvió a caer".

En concreto, la industria manufacturera se expandió un 0,6 % entre octubre y diciembre, si bien esa expansión quedó compensada por la "significativa" caída en la extracción petrolera y gasística motivada por el citado incidente del pasado mes en el Mar del Norte.

El mayor impacto que ha influido en el aumento del PIB, según la ONS, llegó del sector servicios -responsable del 79 % de la economía británica-, que creció un 0,6 % frente al trimestre previo.

De esa industria, fueron los negocios y los servicios financieros -que engloban los trabajos de abogados, arquitectos o administradores empresariales- los que contribuyeron principalmente al crecimiento económico.

Por contra, según esto, el sector de la construcción se contrajo por tercer trimestre consecutivo un 1 %, mientras que la agricultura también decreció un 0,4 %.

Tras difundirse esos datos, el ministro británico de Economía, Philip Hammond, resaltó hoy que "cinco años de crecimiento sostenido y un récord de empleo -la tasa de paro se situó en el 4,3 % entre septiembre y noviembre de 2017- son logros de los que el país puede estar orgulloso".

No obstante, el titular de Finanzas aseguró que el Ejecutivo no es "complaciente" y que, por ello, invierten "billones de libras en transporte, vivienda, conexiones digitales y formación" al tiempo que el Reino Unido "construye una economía adecuada al futuro".

Por su parte, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, opinó hoy que la economía nacional tiene la posibilidad de repuntar cuando quede más claro cuál será el resultado de las actuales negociaciones sobre el "brexit" con la Unión Europea (UE).

Según el canadiense, este país podrá sumarse al crecimiento de la economía mundial una vez supere el primer efecto de la retirada del bloque comunitario, prevista para marzo de 2019.

"La economía mundial se está acelerando y nosotros no hemos visto esto todavía. Pero hay perspectivas este año, cuando haya una mayor claridad sobre la relación con Europa y después con el resto del mundo", indicó Carney, que agregó que cuanto más profunda sea la relación de este país con la UE tras el "brexit", "más beneficiosa será la situación de la economía británica".

El pasado mes, el Fondo Monetario Internacional (FMI) mantuvo sin cambios su predicción de crecimiento para 2018, del 1,5 %, debido a una caída del poder adquisitivo de la población por el alza de la inflación.

La economía nacional continúa teniendo dificultades para regresar a los niveles vistos en el último trimestre de 2016, cuando el PIB experimentó un incremento del 0,6 %, al tiempo que el país se prepara para iniciar la segunda etapa del proceso negociador con la UE, centrado en la futura relación comercial entre ambas partes.