BBVA ha comenzado el proceso de absorción de su filial en Portugal, operación que aún se encuentra sujeta al visto bueno de los órganos sociales competentes y a la obtención de las autorizaciones admnistrativas pertintentes y que pretende asegurar la sostenibilidad y la solidez de su negocio en el país luso.

Según explica el banco que preside Francisco González, la fusión dotará a la estructura de su filial en Portugal de una mayor eficiencia y agilidad, poniendo la tecnología al servicio de las personas y mejorando su oferta de valor para los clientes del país.

Una vez concretado el proceso de absorción, BBVA operará en Portugal a través de una sucursal que dispondrá "de las mayores capacidades de gestión del grupo" y podrá acceder "con mayor agilidad" a sus plataformas y soluciones tecnológicas.

La filial de BBVA en Portugal, que contaba con un valor neto en libros de 230 millones de euros a cierre de 2016, dispone actualmente de un modelo de negocio focalizado en banca privada y personal y banca de empresas y grandes corporaciones.

"BBVA quiere seguir creciendo con sus clientes en Portugal con una mayor eficiencia en la gestión, ganando en competitividad comercial y mejorando la calidad del servicio", asegura el banco ''azul''.

Con esta fusión, el banco, que resalta la "importancia" del mercado luso, pretende asegurar la sostenibilidad y la solidez de su negocio en Portugal. Según fuentes de BBVA consultadas por Europa Press, la operación no implicará recortes de plantilla en Portugal, ni una reducción del perímetro de su red comercial en el país.