China cerró el ejercicio 2017 con una tasa de inflación del 1,6 %, cuatro décimas inferior a la del año anterior y que no cumple con el objetivo del 3 % fijado por el Gobierno, según anunció hoy la Oficina Nacional de Estadística.

Por otro lado, el índice de precios a la producción (IPP), que mide la inflación al por mayor, subió un 6,3 % interanual en 2017, poniendo fin a cinco años consecutivos de deflación.

La caída del índice de precios al consumo (IPC) respecto a 2016 estuvo determinada por la bajada del 1,4 % que se registró el pasado año en los precios de los productos alimentarios, su primera caída desde 2013 y que se debió principalmente al retroceso del precio de la carne de cerdo y las verduras frescas.

El Gobierno chino se fijó en marzo el objetivo de alcanzar un crecimiento del IPC del 3 %, pero el indicador lleva cuatro años por debajo de ese nivel, lo que preocupa a las autoridades.

En diciembre el IPC aumentó un 1,8 % interanual, lo que supone un repunte de una décima frente al de noviembre.

Ese leve ascenso se produjo principalmente por la combinación de dos factores: la subida de precios del 2,4 % interanual en los productos no alimentarios y la caída del 0,4 % en los precios de los alimentos, mucho más moderada esta última que la del 1,1 % que se había registrado en noviembre.

Por sectores, los precios de los bienes y servicios médicos se incrementaron un 6,6 % interanual en el último mes de 2017, los del sector inmobiliario avanzaron un 2,8 %, y los del sector educativo, cultural y de entretenimiento lo hicieron un 2,1 %, según publicó el organismo.

En los productos alimentarios, los precios de la carne de cerdo -un importante indicador del mercado en China-, de los productos acuáticos y de las verduras frescas subieron un 1 %, en contraposición a las caídas que habían registrado el mes anterior, lo que contribuyó en un 0,19 % al crecimiento del IPC.

Los precios de las frutas frescas y los huevos continuaron sus ganancias de noviembre, de más del 5 %, debido a la fuerte demanda.

La Oficina Nacional de Estadísticas también dio a conocer hoy el índice de precios a la producción (IPP), que en diciembre subió un 4,9 % interanual, lo que supone una caída respecto al alza del 5,8 % que había presentado en noviembre.

Sin embargo, en el acumulado del año el IPP subió un 6,3 % interanual, un alza que contrasta con la deflación del 1,4 % registrada a cierre de 2016 y que pone fin a cinco años de caídas en este indicador.

El precio de los medios de producción subió un 8,3 %. Entre ellos, los precios de la industria minera de gas y petróleo subieron un 29 %, los de la minería y el lavado del carbón repuntaron un 28,2 % y los del fundido de metal ferroso y la industria de procesamiento de laminación escalaron un 27,9 % frente al año anterior.

En cuanto a las perspectivas de inflación para los próximos trimestres, la consultora británica Capital Economics, cree que "dejando a un lado los precios de los alimentos, la inflación continuará cayendo mientras la actividad económica se suaviza" en el país.

En concreto, la firma prevé una mayor caída en el IPP, "que está altamente correlacionado con la subida de salarios en las empresas industriales endeudadas", apunta, y considera que esta contracción llevará al Banco Popular de China (central) a relajar sus políticas monetarias a lo largo de este año.

Los expertos del sector temían que si China alcanzaba el objetivo del 3 % en la inflación, el banco central endurecería su política monetaria, pero por el momento este indicador se mantiene a 1,3 puntos porcentuales de alcanzar ese límite.

Según el informe de perspectivas económicas presentado anoche en Washington por el Banco Mundial, "la ralentización del crecimiento en China está muy bien gestionada. Es muy estable y gradual y las autoridades han conseguido calibrarlo correctamente".