La economía estadounidense mantuvo su sólido crecimiento en el tercer trimestre de 2017, pese a una leve rebaja, hasta registrar un ritmo anual de 3,2 %, la mayor tasa desde comienzos de 2015, informó hoy el Gobierno.

El Departamento de Comercio publicó el último de sus tres cálculos sobre la evolución del producto interior bruto (PIB) entre julio y septiembre en EEUU, una décima menor que el 3,3 % anticipado previamente.

Supone, no obstante, un repunte respecto al ritmo del 3,1 % del segundo trimestre del año y hace prever una expansión importante en el último trimestre del año, tradicionalmente el más fuerte del año en EEUU.

Es, además, la primera vez que la economía estadounidense encadena dos trimestres consecutivos de tasa anualizada de crecimiento superior al 3 % desde 2014.

El dato definitivo del tercer trimestre vino impulsado por un menor aumento en el gasto de los consumidores, que supone dos tercios de la actividad económica en el país, y creció un 2,2 %, frente al 2,3 % anticipado previamente.

El gasto público avanzó un 0,2 %, frente al 0,1 % previsto; y la inversión empresarial siguió con un alza importante del 4,7 %.

La sostenida mejora económica de EEUU ha llevado a la Reserva Federal (Fed) a elevar en tres ocasiones en este año los tipos de interés, la última hace una semana, hasta dejarlos en el rango de entre el 1,25 % y 1,5 %.

De este modo, la economía estadounidense muestra un buen impulso de cara a 2018, especialmente después de que este miércoles el Congreso aprobara la mayor reforma fiscal del país en varias décadas, con notables recortes de impuestos a las empresas y a muchos estadounidenses.

El plan fiscal fue la gran promesa económica del presidente, Donald Trump, para su primer año de mandato.

En concreto, la propuesta rebaja el impuesto de sociedades, la tasa que pagan las empresas, del actual 35 % al 21 %, algo que permitirá que EEUU vuelva a ser "competitivo" a nivel mundial y retener a empresas en el país, en palabras de Trump.

El mandatario ha asegurado que, una vez en vigor la reforma fiscal, el crecimiento anual de EEUU podría superar el 4 %, algo no visto en casi dos décadas en la primera economía mundial.

"Por ahora, creemos que un crecimiento del 3 % en último trimestre del año es una suposición de trabajo decente, aunque no podemos descartar algo tan bajo como 2 % o alto como 4 %", dijo Ian Shepherdon, economista jefe de Pantheon Macroeconomics.

La Fed, sin embargo, ve con más cautela el posible empujón económico como consecuencia del recorte de impuestos, y su presidenta saliente, Janet Yellen, lo consideró "modesto" y apuntó que será un "desafío" alcanzar ritmos sostenidos del 4 % anual prometido por Trump.

El banco central estadounidense situó las previsiones de crecimiento para este año y el próximo en el 2,5 %.

En el mismo sentido se expresó la calificadora de riesgo Moody''s, que adelantó que espera que "la reforma fiscal impulse la actividad económica entre una y dos décimas del PIB anual, debido principalmente a un aumento del consumo de los hogares".

Las buenas perspectivas económicas en EEUU se sustentan, además, en el buen comportamiento del mercado laboral, con una tasa de desempleo actual del 4,1 %, y un repunte en el crecimiento mundial que apoya la demanda externa.

Por su parte, los mercados financieros continuaron hoy con el optimismo acerca del futuro económico, y el Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street, avanzaba un 0,47 % cerca de la media jornada.