Las inspecciones irregulares de Nissan en sus planta de Japón se prolongaron al menos durante tres años, según relevó hoy el diario Nikkei, lo que arrastró la cotización bursátil de la empresa por segundo día consecutivo.

El fabricante japonés falsificó los certificados de seguridad de los vehículos para que parecieran legítimos desde 2014, informó el diario citando fuentes no identificadas.

Nissan anunció esta semana una llamada a revisión de 1,21 millones de sus vehículos producidos entre octubre de 2014 y septiembre de 2017 en sus seis plantas de Japón, periodo que coincide con el revelado por las fuentes de Nikkei.

La noticia de las irregularidades no han sentado bien entre los inversores de la Bolsa de Tokio, donde Nissan bajó hoy un 0,36 % en el descanso de media sesión y acumuló hasta entonces una caída del 2,6 % desde el pasado viernes.

El Ministerio de Transporte detectó las irregularidades durante una inspección en la planta de Shonan el pasado 18 de septiembre, pero no lo notificó públicamente hasta el pasado viernes, cuando la propia compañía anunció la interrupción temporal de matriculaciones.

Según ha reconocido Nissan, una veintena de sus modelos pasaron revisiones de seguridad en sus plantas domésticas a manos de personal que no contaba con la cualificación necesaria, lo que incumple la normativa japonesa.

Los medios nipones aseguran además que los informes de las revisiones de seguridad habrían sido firmados por el personal cualificado requerido, aunque las inspecciones fueron hechas por otros empleados sin certificación, algunos de ellos contratados de manera temporal.

Además de a vehículos ya vendidos, el problema afecta a unos 34.000 coches distribuidos en plantas y concesionarios a la espera de ser comercializados, y cuya revisión comenzó esta semana.

Entre los 21 modelos afectados están el Note, el Skyline o el renovado automóvil eléctrico Leaf, lanzado este mismo lunes.