La Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido (CAA) informó hoy de que ha iniciado una investigación para determinar si Ryanair ha infringido los derechos de sus clientes, tras la cancelación de miles de vuelos durante los próximos meses.

La CAA señaló, en un comunicado, que ha tomado esta decisión porque la aerolínea irlandesa sigue "engañando de manera persistente" a sus clientes sobre sus derechos ante las cancelaciones y, en consecuencia, está violando supuestamente la legislación británica al respecto.

Al final de este proceso, que podría durar en torno a siete días, la CAA podría emprender, "si lo ve necesario", acciones legales contra Ryanair, que se ha mostrado dispuesta a cooperar con este organismo regulador.

"Nosotros ya respetamos toda la legislación EU261 (de la Unión Europea), nos reuniremos con la CAA y cumpliremos plenamente con cualquier requerimiento que se nos plantee", indicó la aerolínea líder en Europa del sector de bajo coste.

El consejero delegado de la CAA, Andrew Hains, dijo hoy sentirse "furioso" por la actitud de Ryanair hacia sus clientes, aunque consideró improbable que esta disputa acabe en los tribunales.

"Estas cosas se pueden resolver fácilmente y ellos (Ryanair) prefieren no hacerlo. La gente no tiene que elegir entre vuelos baratos y derechos legales", explicó Hains a la cadena británica BBC.

La aerolínea irlandesa de bajo coste anunció ayer que dejará de operar 25 de los 400 aviones que componen su flota entre el próximo 17 de noviembre y el 18 de marzo de 2018, lo que provocará la cancelación de unos 18.000 vuelos de 34 rutas y afectará a 400.000 clientes.

De esta manera, indicó, se eliminará el "riesgo de haya más cancelaciones", después de que el 15 de septiembre Ryanair anunciase la suspensión de 2.100 vuelos durante seis semanas, debido a un fallo en la distribución de las vacaciones de los pilotos.

Todos los pasajeros afectados, recordó hoy la CAA, tienen derecho a que Ryanair les busque una ruta alternativa en otra compañía si ese servicio no está disponible en la aerolínea irlandesa.

El regulador también indicó que Ryanair no ha ofrecido información adecuada a sus clientes sobre su obligación de pagar gastos adicionales incurridos como consecuencia de las cancelaciones y cambios de ruta.

Entre esos gastos extra se incluyen comidas, hoteles y costes de desplazamiento, dijo la CAA.