La planta de cigarrillos que Altadis tiene en Agoncillo (La Rioja) cesa oficialmente su actividad el próximo día 31, tras 126 años de historia en la comunidad riojana, donde abrió sus puertas la Fábrica de Tabacos de Logroño el 14 de junio de 1890.

El 26 de junio de 1978 se trasladó al polígono El Sequero, a 18 kilómetros de Logroño, cuyas instalaciones cuentan con un elevado nivel tecnológico y ha sido una de las fábricas de cigarrillos más competitivas de Europa.

El pasado 19 de enero Altadis anunció un plan de reestructuración que implicaba el cierre de la planta riojana, lo que afectaba a 471 trabajadores, de los que, según el comité de empresa, se han prejubilado 141, 165 se han recolocado en otras áreas y empresas del grupo tabaquero y 120 han permanecido hasta el final en la fábrica de Agoncillo.

La empresa argumentó entonces que este plan trataba de "evitar la pérdida de eficiencia y competitividad de la compañía ante la compleja situación que atraviesa el mercado del tabaco en España y en otros mercados", ya que España ha sufrido una caída de ventas en volúmenes de cigarrillos de más del 45 % en los cinco últimos años.

La Dirección de Altadis ha señalado hoy que lamenta de nuevo "las complejas circunstancias del mercado", lo que ha provocado "una drástica caída de los volúmenes de ventas de cigarrillos durante los últimos años y ha obligado a la compañía a tomar una decisión que nunca le hubiera gustado anunciar, como es la del cierre de la fábrica".

Las condiciones del acuerdo, ha dicho, han permitido que "la mayoría de los trabajadores de Agoncillo se trasladen a Cantabria, en menor número a Alemania y que casi una treintena haya podido recolocarse en La Rioja gracias al apoyo de una empresa externa especializada contratada por Altadis".

En el comité de empresa de la planta riojana han comentado que, "siendo fríos y no pudiendo hacer nada contra el cierre", esta situación es "una coma de un sigue" dentro de la política del grupo británico Imperial Tobacco -al que pertenece Altadis-, que ha anunciado cierres y reestructuraciones en centros de Francia, Rusia, Alemania e Inglaterra.

"Dentro de lo malo que es un cierre -han detallado-, se ha podido ofertar a casi todos los trabajadores la opción de poderse quedar dentro de Imperial Tobacco, aunque quedan seis trabajadores que quieren continuar en la empresa y que esperamos que en 2017 puedan tener opción de recolocarse dentro de la compañía".