Ya sea para las empresas emergentes o para los emprendedores siempre surge el mismo problema: una fuente sólida de financiación. La mayoría de empresas que buscan crecer encuentran en su margen de beneficio un margen muy escueto para todos los gastos que puede suponer una expansión y los que pretender iniciar un negocio, encuentran las mismas estrecheces en sus ahorros, muchas veces inexistentes. Las fuentes de crédito habituales, como las del sector bancario, se encuentran secas desde hace años debido a la crisis económica que no acaba de ahogar nunca, después de muchos años haciéndolo.

Es por eso que surgen nuevas vías para las nuevas empresas, como es el caso de los préstamos entre particulares. El también llamado crowdlending está entrando con fuerza en el sector empresarial y más concretamente en España donde esta práctica ha aumentado considerablemente en los últimos tres años. El concepto es bastante sencillo, las pequeñas y medianas empresas reciben crédito por parte de prestamistas, ya sean particulares o empresas mayores, que prestan una cantidad determinada a cambio de un tipo de interés acordado, como es lógico y normal en este tipo de acuerdos. Como hemos dicho, el crowdlending está suponiendo un desahogo para las PYMES, que tan difícil lo encuentran para salir adelante con la situación económica actual.

Pero no solo las pequeñas y medianas empresas ganan, los datos arrojan a la luz que los inversores que introducen su capital en este tipo de préstamos entre particulares reciben una rentabilidad bastante considerable, entorno al 7% de rentabilidad media anual. Eso, sumado a que la inversión media no es demasiado cuantiosa, entorno a los 2000 euros de media, hace que las empresas con cierto colchón se introduzcan cada vez más en este tipo de prácticas, dando así esos números de crecimiento en los últimos años del crowdlending que señalábamos antes. Estas cantidades varían según el tipo de inversos del que se trate, llegando a unos 5000 euros en el caso de los inversores acreditados y descendiendo a 800 en el caso de los no acreditados.

Como es habitual hoy en día, las alternativas de este tipo no solo están triunfando de manera notable, sino que están dando un balón de oxígeno a todas las pequeñas empresas que, de otra manera, no hubieran podido surgir en esta situación, así como un salvavidas a un sistema económico que se tambalea.