El gigante chino del comercio electrónico Alibaba y fuerzas policiales locales del país asiático han empezado a colaborar en varios casos concretos contra las falsificaciones de grandes marcas, un problema por el que hace años que se acusa a Alibaba de que consiente su venta en sus portales.

Según el diario South China Morning Post, propiedad del grupo oriental desde diciembre pasado, Alibaba firmó el 28 de abril un memorando de entendimiento con la Policía de Putian (provincia de Fujian, sureste) para combatir las falsificaciones en moda, alimentos infantiles, farmacia, componentes de automoción y electrodomésticos.

El primer resultado de esta colaboración, que se remonta a 2015, antes de formalizarse, y que llama la atención por ser un acuerdo con una fuerza policial local en particular, y no con autoridades centrales o provinciales, fue la investigación de cuatro fabricantes de zapatillas deportivas falsas con las marcas de Nike y Adidas.

Esta acción policial detectó productos valorados, conjuntamente, en unos 10 millones de yuanes (1,35 millones de euros).

Alibaba, que cotiza en Nueva York desde septiembre de 2014, cuando protagonizó la mayor salida a bolsa de la historia, es especialmente sensible a las acusaciones de que tolera y se beneficia de la venta de falsificaciones en sus portales.

La compañía china se encuentra en plena campaña para lavar su imagen ante ese problema, después de sumarse en abril a la Coalición Internacional Antifalsificaciones (tras lo que el grupo Kering, con marcas como Gucci o Balenciaga, se retiró del mismo como protesta, porque ve en Alibaba a su "adversario más peligroso y dañino").

Tras varias semanas de membresía, la organización, con sede en Washington, suspendió provisionalmente la participación de Alibaba en el grupo, que deberá ser reconsiderada, después de conocerse que el presidente de la Coalición, Bob Barchiesi, es accionista del grupo chino.

El año pasado Alibaba tuvo ya varias semanas de tensión con la Administración Estatal de Industria y Comercio de China (SAIC), que acusó a la compañía de permitir el comercio de numerosos productos falsos o de mala calidad, aunque la firma lo negó y dijo que le es imposible luchar contra el problema sin ayuda de las autoridades.

Ambas partes acordaron que Alibaba comparta los datos de transacciones de sus portales con las autoridades chinas de supervisión de la calidad, ya que la compañía alegó que no puede actuar contra una empresa o un particular que utilicen sus portales mientras no haya una queja formal por parte de algún usuario.

En ese sentido, el paso que ha dado ahora en Putian supone un pequeño avance, dado que implica una incipiente cooperación real con autoridades policiales (aunque sean de carácter local), y también la actuación proactiva de la firma, a partir del análisis de datos recogidos por más de 2.000 empleados, según aseguró, desde 2010.