El Banco Central Europeo (BCE) revisó hoy al alza las previsiones de crecimiento este año para la zona del euro una décima hasta el 1,5 % (1,4 % previsto en septiembre) y mantuvo los de inflación en el 0,1 %, frente a las previsiones anteriores de septiembre.

El presidente del BCE, Mario Draghi, dijo hoy en rueda de prensa que la entidad prevé ahora que la inflación de la zona euro será más baja en 2016 y 2017 que lo anticipado previamente.

Además, la zona euro crecerá en 2016 un 1,7 %, como había pronosticado en septiembre, y en 2017, un 1,9 %, una décima más de lo previsto en septiembre.

El BCE pronostica una inflación del 1 % en 2016 y del 1,6 % en 2017, una décima menos respectivamente en comparación con los pronósticos de septiembre.

"Las decisiones de hoy fueron aprobadas para asegurar que la tasa de inflación vuelva a niveles cercanos pero por debajo del 2 % y para anclar las expectativas de inflación a medio plazo", dijo Draghi.

Las últimas proyecciones macroeconómicas del personal del BCE incluyen los movimientos favorables en el mercado financiero que se produjeron tras la reunión de finales de octubre, según el presidente de la entidad.

Draghi hizo hincapié en que se mantienen a la baja los riesgos para la inflación y que la inflación será más débil de lo previsto previamente.

También anunció hoy que la entidad prolonga el programa de compra de deuda hasta marzo de 2017.

Previamente el consejo de gobierno del BCE decidió encarecer más la tasa de interés de depósito, por la que remunera el dinero a los bancos a un día, en 10 puntos básicos, hasta el -0,30 %.

Asimismo el BCE comprará deuda de gobiernos regionales y locales de la zona del euro.

Draghi explicó que estas decisiones no se aprobaron por unanimidad pero sí por una amplia mayoría.