Repsol prevé obtener 6.200 millones de euros por desinversiones en activos no estratégicos en los próximos cinco años, según el plan estratégico 2016-2020 remitido hoy por la petrolera a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Repsol reducirá asimismo hasta el 38 % el volumen de inversiones -unos 4.500 millones de euros anuales frente a los 7.400 millones de 2014- "hasta alcanzar el perfil de compañía deseado" y espera que al final del periodo se multiplique por dos su resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado hasta los 11.500 millones de euros.

Repsol destaca que esta hoja de ruta, que llega tras la integración de la petrolera canadiense Talisman, "garantiza su fortaleza y su capacidad de creación de valor" en un contexto de bajos precios del petróleo y le permitirá "autofinanciarse, mantener la retribución al accionista y reducir su endeudamiento".

La compañía subraya que el pago del dividendo -ahora mismo es de 1 euro por acción- será posible incluso en un escenario deprimido de precios del crudo de 50 dólares por barril durante todo el periodo.

A ese precio del barril de Brent, añaden, Repsol "generará caja para financiar sus necesidades de inversión, mantener dividendo y reducir deuda" así como para mantener rating.

Las previsiones son que en ese escenario "ácido" Repsol genere 10.000 millones de euros en caja para dividendos y deuda, cifra que se eleva a 20.000 millones en un escenario base.

Junto a las desinversiones y las menores inversiones, la petrolera incluye medidas de eficiencia de costes con las que espera unos ahorros, junto a las sinergias de Talisman, de 2.100 millones de euros anuales a partir del 2018.

Además, se recoge una reducción de plantilla del 6 % -unos 1.500 empleados-, que se realizará de "manera responsable".

En el capítulo de desinversiones, la petrolera detalla que se abordarán ventas por 3.100 millones de euros entre 2016 y 2017 y otros 3.100 millones de euros entre 2018 y 2020. Estas cifras incluyen 600 millones de las operaciones ya anunciadas.

Repsol señala que serán ventas de activos no estratégicos, no vinculados directamente al precio del petróleo, de pequeña escala o alto coste con "flexibilidad de plazos para obtener el mejor precio".

En la presentación define como "valiosa participación estratégica" su 30 % en Gas Natural.

Por negocios, Repsol destaca que, tras la adquisición de Talisman, el área de exploración y producción de Repsol se focaliza en tres regiones estratégicas: Norteamérica, Latinoamérica y Sudeste Asiático.

La petrolera contempla en esta línea "un proceso de optimización de la cartera de activos" que se reflejará en un menor gasto exploratorio, un descenso del 40 % en los niveles de inversión y una producción de entre 700.000 y 750.000 barriles equivalentes de petróleo/día garantizada por los actuales volúmenes de reservas.

En cuanto a refino y marketing, Repsol destaca que las inversiones realizadas en las refinerías de Cartagena y Petronor garantizan para este negocio "la generación de valor y resiliencia en un entorno deprimido de precios del petróleo".

El plan señala así que en los próximos cinco años esta área tendrá una generación de caja libre por valor de 1.700 millones de euros anuales de media.

En un comunicado, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, señala que se trata de "un plan con una visión clara y objetivos y compromisos medibles".