Las acciones de Repsol cerraron la sesión bursátil con una caída de más del 4% después de que el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs cuestionara la previsión de margen de refino de la compañía tomando para ello como referencia datos previos a las inversiones en las refinerías de Cartagena y Bilbao.

En los primeros compases de la sesión, los títulos de la petrolera reaccionaban con subidas de casi el 3% a la presentación del plan estratégico 2016-2020, en virtud del cual el grupo prevé generar una caja de hasta 20.000 millones de euros para financiar sus necesidades de inversión, mantener dividendo y reducir deuda, al tiempo que obtendrá 6.200 millones de euros por desinversiones en activos no estratégicos.

Posteriormente Goldman hacía público su informe en el que consideraba "muy optimista" el margen de refino de 6,4 dólares por barril barajado por la compañía en el plan, pero basaba su análisis en datos desfasados previos a las millonarias inversiones acometidas por Repsol en las refinerías de Cartagena y Bilbao.

Este hecho cambió el signo de la cotización, de modo que los títulos de la petrolera acabaron siendo los más castigados del día en el Ibex 35, tan sólo por detrás de OHL (-5,8%), y retrocedieron hasta la cota de los 11,64 euros.

En lo que va de año, las acciones de Repsol acumulan una caída de más del 25%, a pesar de la recuperación que habían registrado en las últimas semanas al calor del ligero repunte en el precio del petróleo.

La caída de Repsol en Bolsa arrastró también a sus dos principales accionistas, Caixabank, que posee más de un 11% de la petrolera, y Sacyr, que controla un 9%.

Así, la entidad financiera perdió en la sesión un 1,61%, hasta los 3,72 euros, y el grupo constructor y de servicios cedió un 1,32%, hasta los 2,3 euros.

MANTENIMIENTO DEL DIVIDENDO.

Repsol ha subrayado que uno de los ejes de su plan es el compromiso con la retribución al accionista y ha asegurado que el abono del dividendo, de un 1 euro por título y bajo la fórmula de ''scrip dividend'', será posible incluso bajo un escenario deprimido de precios del crudo de 50 dólares por barril durante todo el periodo del plan.

En concreto, la petrolera destinará un total de 3.600 millones de euros a dividendos bajo esta fórmula, con un nivel de aceptación del 50% (nivel histórico de aceptación superior al 60%).

Del total del dividendo, 1.400 millones de euros se abonarán en 2016 y 2017 y el resto, 2.200 millones de euros, en los tres años siguientes, 2018-2020.

Además de obtener 6.200 millones de euros por desinversiones en activos no estratégicos, el plan permitirá a Repsol reducir hasta el 38% el volumen de inversión hasta alcanzar el perfil de compañía deseado.

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, aseguró que el objetivo del plan estratégico del grupo para 2016-2020 pasa por la "puesta en valor", centrándose "fuertemente en la eficiencia" que permita a la compañía aprovechar las oportunidades que se presenten y generar valor "incluso en escenarios de precios de petróleo bajos", y que no se prevé vender "las joyas de la corona o de la abuela".

En rueda de prensa para la presentación de la ''hoja de ruta'' del grupo, Imaz señaló también que Repsol está "satisfecho" y "confortable" con su participación del 30% en Gas Natural Fenosa, ya que le garantiza "una opcionalidad tanto financiera como desde el punto de vista estratégico".