Tenerife y Canarias son líderes turísticos mundiales, pero, desde ayer, también referentes nacionales para todos los hoteleros españoles. El congreso nacional que organizan cada año se abrió ayer en el Auditorio de Santa Cruz con una mesa redonda en la que, si algo quedó claro, es la creciente preocupación por el hecho de que, el año anterior, se hospedaron en España 11 millones de turistas en casas de "amigos" o "conocidos". Según recalcaron algunos de los intervinientes y otros asistentes, esta competencia desleal cuestiona incluso el modelo turístico a largo plazo y requiere medidas urgentes, que deben comenzar por reuniones con el ministro de Industria, José M. Soria, para que convenza a Cristóbal Montoro y se intente minimizar este fenómeno con la inspección fiscal.

El congreso continuó ayer con otra mesa redonda sobre cómo mejorar los resultados de los hoteles mediante las nuevas tecnologías e internet, así como una sobre las alianzas para ganar competitividad. Para hoy, se prevé ponencias sobre la financiación bancaria, la externalización de servicios, la obsolescencia de ciertos hoteles y la importancia del personal. Sin embargo, destacará la presencia de Soria, que se aprovechará precisamente para pedirle que intervenga sobre la competencia desleal.

Las gestiones con el Estado se creen relevantes ante este fenómeno, pero también se puso énfasis en que las competencias son regionales y en que tienen mucho que decir los consistorios, "que miran para otro lado".

La mesa redonda estuvo moderada por Juan Molas, presidente de CEHAT, e integrada también por Amancio López, presidente de Hotusa; Sabina Fluxá, vicepresidenta ejecutiva de Iberostar Hotels & Resorts, y Ángeles Alarcó, presidenta de Paradores de España. Según se comentó, España se ha movido en Europa para afrontar la citada competencia, situación que se da en otras zonas, pero la UE ha respondido que no puede legislar sobre esto, que se trata de una cuestión nacional.

Esto agrava un problema que, según López, es el principal del sector, hasta el punto de preguntarse si el modelo seguirá igual en el futuro por esto. A su juicio, las administraciones no son conscientes de esta gravedad y existe una doble moral sobre la exigencia hacia los hoteles con una normativa que regula, incluso, los mármoles, mientras se tolera lo que ya se denomina "economía colaborativa o participativa", que está disfrutando de una especie de "discriminación positiva y, encima, dando lecciones de ética".

Para López, esto casa con el hecho de que España sea el país con mayor fraude fiscal. Molas, por su parte, considera que el sector privado debe hacer cuanto antes propuestas definitivas sobre esto.

La mesa sirvió también para evidenciar que, pese a que se prevé este año que se alcance la cifra récord de 62 millones de visitantes, se obtenga 4.000 millones menos de ingresos que en el año 2000, lo que confirma la enorme dificultad para volver a los márgenes de rentabilidad previos a la crisis. Según recordó Fluxá, hace 14 años visitaron España 40 millones. Esta tendencia hará que el sector siga creciendo en el futuro y, sin embargo, apenas cree empleo, tal y como teme López.

Entre las noticias positivas, destacó el anuncio de que, en un plazo de 2 o 3 años, desaparecerán las llamadas cláusulas de paridad de precios, lo que fue muy bien acogido por los presentes.

A una pregunta de una asistente, que lamenta que las Islas estén condenadas a los operadores porque los vuelos son muy caros individualmente, Molas sostiene que eso lo cambiará para bien la privatización de AENA. Eso sí, esta tesis choca con la de Ashotel, que rechaza por completo que se privaticen los aeropuertos canarios.

Fluxá abordó también el interés creciente de fondos de inversión externos por el incremento de la confianza, si bien matizó que es una fórmula más de financiación y que se debe analizar bien, "ya que resulta más aconsejable buscar otros medios más fiables para el largo plazo".