El Tesoro Público aprovechó la buena situación del mercado para emitir un bono a 50 años, un tipo de papel que nunca se había vendido en España, del que colocó 1.000 millones entre inversores privados con un cupón anual del 4%, según informó el Ministerio de Economía.

La operación, que contó con BBVA y CaixaBank como entidades colocadoras de la emisión, demuestra la "fortaleza" del Tesoro Público en los mercados de capitales, "incluso en los plazos más largos", destacó el Ministerio en un comunicado.

De hecho, con esta colocación privada el organismo adscrito a Economía cubre el 78,4% del programa de emisión a medio y largo plazo para este año.

"La emisión también pone de manifiesto la creciente confianza de los inversores en la recuperación de la economía española", añadió Economía.

El emisor público ya había mostrado en enero de este año su disponibilidad a ejecutar este tipo de operaciones con el objetivo de contribuir al alargamiento de la vida media de la cartera en circulación y diversificar la base inversora, todo ello llevado a cabo a precios competitivos.

De este modo, la emisión se celebró en un contexto en el que la prima de riesgo y la moderación de los intereses de los últimos meses han llevado al diferencial con el bono alemán a tocar mínimos y a situarse, en este momento, cerca de los 135 puntos básicos.

De hecho, el interés del bono a 10 años rozó incluso el entorno del 2%, niveles nunca vistos, mientras la rentabilidad del papel a más corto plazo que vende el Tesoro llegó a tocar cifras negativas en el mercado secundario la semana pasada. Esta situación llevó a la Secretaría General del Tesoro a dictar una resolución para proteger al pequeño inversor.