El número de parados bajó en 310.400 personas en el segundo trimestre del año, hasta los 5.622.900 españoles, mientras que el de ocupados aumentó en 402.400 empleados más, el mayor incremento registrado desde mediados de 2005.

El descenso del paro, la mayor bajada trimestral registrada nunca en la serie histórica de la Encuesta de Población Activa (EPA), deja la tasa de desempleo en el 24,47 % de la población activa.

Los datos de la EPA elevan el número de ocupados a los 17.353.000 trabajadores y la tasa de actividad al 59,63 % de la población activa, que también crece, hasta las 22.975.900 personas.

Los datos de la encuesta, que realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE) desde 1964, han sido valorados desde el Gobierno como una "clara mejoría" del mercado de trabajo, porque ponen fin a la sangría del paro en España, mientras que desde la oposición y los sindicatos han alertado de la precariedad del nuevo empleo.

En el último año, el paro se redujo en 424.500 personas -262.200 hombres y 162.200 mujeres-, un descenso que ha afectado a personas de todas las edades, salvo a los mayores de 55 años, y la ocupación aumentó en 192.400 personas, marcando el primer incremento anual en seis años.

Respecto al primer trimestre de 2014, el desempleo femenino descendió en 126.100 personas (recortando su tasa de paro en 25,38 %) y el masculino, en 184.400 personas (dejándola en el 23,7 %), mientras que, en función de la edad, descendió entre los mayores de 20 años y menores de 54 años, y más entre los españoles que entre los extranjeros.

El paro decreció en el sector servicios (149.900 parados menos), de la construcción (49.800 menos) y de la industria (38.000 menos), pero aumentó en la agricultura (19.600 personas más), mientras que entre los parados de larga duración se redujo en 106.900 personas aunque subió en 14.600 personas entre los que buscan su primer empleo.

Todas las comunidades autónomas registraron descensos del paro, salvo Canarias (donde aumentó en 900 personas) y las ciudades de Ceuta (se mantuvo) y Melilla (1.600 personas más).

En cuanto a la ocupación, el empleo aumentó con más intensidad entre los hombres (275.400 más) que entre las mujeres (127.000 más) y, por nacionalidad, se incrementó con más fuerza entre los españoles (310.300 más) que entre los extranjeros (92.100 más).

El empleo aumentó en todas las edades salvo entre los menores de 19 años para los que se mantuvo; al mismo tiempo que subió entre los autónomos (12.400 personas más) y entre los asalariados (388.000 personas más).

Asimismo, aumentó el empleo indefinido (180.200 personas más) y el temporal (207.800 personas más), de manera que la tasa de temporalidad aumentó al 23,95 %; al mismo tiempo que aumentó más en el sector privado que en el público.

Por sectores, creció en los servicios (378.700 más), industria (56.700 más) y construcción (36.900 más), pero se redujo en la agricultura (69.800 menos).

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha mostrado satisfecho al anunciar que se ha frenado la sangría del paro, aunque ha manifestado que no va a cejar hasta que esta lacra "pase a ser triste historia de España", algo en lo que ha coincidido el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, quien ha alertado de que continúa la crisis del empleo.

En este sentido, el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, ha señalado que la caída del paro refleja una "clara mejoría" del mercado de trabajo y de la actividad económica, aunque ha insistido en que hay que perseverar en la moderación salarial para mantener esta senda positiva.

Desde la oposición, el portavoz de Economía en el Congreso del PSOE, Valeriano Gómez, ha valorado los datos aunque ha señalado que en la actualidad hay 622.000 parados más que los que había en octubre de 2011, cuando comenzó la actual legislatura.

El coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, ha coincidido en esta opinión y ha atribuido los buenos datos a la sustitución de empleo fijo por precario y a la emigración de trabajadores al extranjero.

Por su parte, CCOO y UGT vinculan los buenos datos a la estacionalidad y subrayan la precariedad del nuevo empleo, también subrayan la precariedad del nuevo empleo y recalcan que las políticas del Gobierno sólo han servido para empeorar las condiciones de trabajo.

La CEOE, por su parte, ha considerado positivos estos datos que "confirman un cambio de tendencia" aunque cree necesario adaptar a la realidad la legislación laboral, junto con más medidas de flexibilidad e impulso de la actividad económica que impulsen el empleo.