El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dijo ayer que la reforma tributaria servirá para diseñar un sistema fiscal más sencillo que garantice la suficiencia de ingresos, pero que también favorezca el desarrollo económico y social.

En la rueda de prensa posterior a su encuentro con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, Rajoy señaló que el Gobierno va a continuar con su agenda reformista aunque haya mejorado la economía, y señaló entre los próximos cambios la reforma fiscal, que estará incluida en el Plan Nacional de Reformas que se enviará a Bruselas en abril.

Sin entrar en detalles, Rajoy hizo hincapié en que dicha reforma favorecerá la unidad de mercado, el ahorro y la neutralidad fiscal, además de que beneficiará a las familias y a las personas con discapacidad.

El Plan Nacional de Reformas profundizará en la disciplina fiscal con la puesta en funcionamiento de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, que tendrá independencia orgánica y funcional en materia de supervisión presupuestaria. A lo largo del año también se revisará la financiación autonómica, se continuará con la reforma de las administraciones y se tomarán decisiones en materia de fomento de la financiación empresarial.

Al respecto dijo que habrá un nuevo marco legal para facilitar la financiación bancaria. Entrará en vigor la ley de desindexación de la economía, que desvincula los precios públicos del IPC y se desarrollarán nuevas medidas para impulsar el empleo de forma paralela a la garantía juvenil europea. Se seguirá potenciando el papel del ICO para fomentar la salida de la empresas al sector exterior y habrá un plan estratégico de internacionalización de la economía española.