La Comisión Europea propuso hoy suspender las ayudas regionales a los países con procedimientos abiertos por incumplimiento de los objetivos de déficit marcados en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) si no corrigen su situación.

La CE presentó los nuevos reglamentos que guiarán la política de cohesión entre 2014 y 2020, dotada de 376.000 millones de euros, más de un tercio del presupuesto de 1,025 billones sugerido por la CE para ese mismo periodo.

El presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso; la canciller alemana, Angela Merkel; y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, insistieron en incluir la suspensión para países que no respeten los límites de déficit y deuda fijados por el PEC; del 3 % del PIB y del 60 %, respectivamente.

En la UE, 23 de los 27 países miembros tienen procedimientos abiertos por déficit excesivo. Sólo cuatro Estados no superan los límites: Luxemburgo, Estonia, Suecia y Finlandia.

La suspensión de las ayudas de la UE se aplicará al Fondo de Cohesión (FC), al Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), el Fondo Social Europeo (FSE), el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) y al Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca (FEMP).

Esta posibilidad ya estaba prevista para el FC, pero ahora la suspensión será más automática y extendida a todos los fondos.

El comisario europeo de Política Regional, Johannes Hahn, explicó en rueda de prensa que solo se recurrirá a la congelación de ayudas en "última instancia" y se tendrá en cuenta las necesidades del país afectado, con lo que hay cierta "flexibilidad".

La medida ha sido criticada por los socialistas españoles en el Parlamento Europeo, al considerarla "dura e insolidaria" y temer que tenga un efecto negativo en el desarrollo económico de las regiones.

La eurodiputada ''popular'' Elisabeth Morin-Chartier, ponente del informe en el PE, por su parte, consideró que la propuesta de la CE "impone un doble castigo a países que ya tienen problemas", si bien alabó la propuesta por su énfasis en la creación de empleo y lucha contra la exclusión social y la pobreza.

La CE pretende alinear su política de cohesión con la Estrategia 2020 que fomenta el crecimiento y la creación de empleo, la investigación, la innovación, la energía, la educación, la reducción de la pobreza y la lucha contra el cambio climático.

Los países más desarrollados y las nuevas regiones en transición -Castilla-La Mancha, Galicia, Andalucía y Murcia en el caso de España- deben destinar el 80 % de las ayudas del FEDER a proyectos de eficiencia energética y energía renovable, innovación y fomento de la competitividad de las Pymes.

Las regiones menos desarrolladas tienen que destinar a este capítulo un 50 %.

La CE también establece que el 20 % de las ayudas del FSE deben ser empleadas para la lucha contra la exclusión social y la pobreza.

Bruselas ofrecerá incentivos a los países que cumplan los objetivos, pero impondrá condiciones antes del desembolso de fondos y metas claras para ayudas adicionales. En caso de incumplimiento puede suspender o cancelar todos o parte de los pagos.

Para las primas, la CE retendrá un 5 % del FC que entregará a los países que hayan alcanzado los objetivos marcados.

La propuesta de la CE incorpora la idea de la creación de las regiones en transición, presentada ya en junio en el marco del presupuesto para 2014-2020. La CE prevé destinar 38.900 millones de euros a esta nueva categoría de regiones cuyo PIB pero cápita esté entre el 75 % y el 90 % de la media de la UE.

Dos tercios de los fondos se destinarán a las regiones menos desarrolladas y un tercio se repartirá entre las más desarrolladas y las que están en transición. La UE financiará como máximo el 60 % de los proyectos de las regiones en transición. El 40 % restante cofinanciarán las regiones.