El premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz ha asegurado hoy que una de las opciones que Europa debe considerar es la reestructuración de la deuda en los países intervenidos, si no se consigue crear un fondo de solidaridad ante estas situaciones.

"A no ser que reaccione con la creación de un fondo de solidaridad, creo que la Unión Europea optará por una reestructuración ordenada para recuperar el crecimiento con equidad", ha sentenciado Stiglitz, que hoy ha participado en Sitges en la XXVII Reunión del Círculo de Economía.

El economista ve posible un cambio en las condiciones con las que se pactaron las deudas, pese a que reconoce que el error proviene del momento en que se intervinieron a los deudores y aunque hay voces que auguran un "alboroto de todo el sistema bancario europeo" si se aplicara una reestructuración.

Para Stiglitz, estas soluciones son la fórmula para alcanzar el crecimiento económico equitativo, lo que considera requisito esencial para resurgir de la crisis como economías fuertes.

El execonomista jefe del Banco Mundial se ha mostrado escéptico ante los rescates producidos en el último año: "La palabra rescate, en función de quien se tenga que rescatar, es ambigua", ha dicho.

En este sentido, ha recriminado que los rescates europeos son una forma de "protección de los bancos europeos que se han endeudado muchísimo" y que la deuda del sector privado se ha trasladado al público, que es quien debe ahora responder por ella.

Ha criticado también las políticas de austeridad que los gobiernos europeos y estadounidense están aplicando para reducir el déficit, ya que considera que darán una salida a la crisis pero con un estatus de "economías débiles".

"Condenarán a Europa al estancamiento, a un bajo crecimiento, y el déficit tampoco podrá mejorar demasiado", ha dicho.

Stiglitz ha criticado que el Banco Central Europeo (BCE) monopolice su política en evitar la inflación, por delante de otros riesgos como el desempleo, por lo que ha augurado un aumento de los tipos de interés que reducirá la "ventaja competitiva" europea y aumentará las dificultades para la exportación.

Aunque cree que la exportación no puede ser la única solución porque no hay mercado para todos: "EEUU y Europa pensaban que la solución era exportar -ha dicho-, pero no podemos exportar todos".

Ante una contención del consumo, las limitaciones de la exportación y la falta de inversión, Stiglitz ve a los gobiernos como actores básicos para encontrar soluciones.

Concretamente, ha abogado por "reestructurar la estructura impositiva" que alentaría a un mayor empleo y mayor producción.

"Conllevarían una mayor demanda agregada, un mayor crecimiento, un mejor entorno económico y menor déficit", ha dicho.

En relación a España, Stiglitz ha destacado que "nadie puede acusar a España de no tener la medidas fiscales adecuadas antes de la crisis", ya que consiguió una situación de superávit, y fue después de la crisis cuando aparecieron los problemas.

Pese a ello, ha tildado de "motivo de preocupación" la situación de la economía española y ha augurado que a corto plazo las economías europeas y estadounidense no crecerán por encima del 2 %.

"Las opciones que se están tomando parecen ser las erróneas", ha llegado a sentenciar sobre las políticas aplicadas por las economías desarrolladas para salir de la crisis.