El primer ministro ruso, Vladímir Putin, anunció hoy que Rusia levantará el próximo 1 de julio el embargo a la exportación de grano adoptado en agosto de 2010 después de la que sequía arrasara más de diez millones de hectáreas de cultivos.

"Desde el 1 de julio levantamos la prohibición de exportar grano, pero les pido que (...) apoyen a los productores agrícolas en este difícil período para ellos", aseguró Putin, citado por las agencias rusas.

Putin, que abordó este asunto con el viceprimer ministro, Víctor Zubkov, destacó que "el levantamiento del embargo a las exportaciones también es una de las medidas de apoyo a las compañías agrícolas que tienen potencial exportador".

Por su parte, Zubkov explicó que la prohibición de exporta permitió "garantizar la demanda interna del país y mantener los precios del grano a un nivel aceptable tanto para los consumidores como para los productores".

Zubkov explicó que, en estos momentos, el precio de una tonelada de cereal en Rusia es prácticamente un 50 por ciento menor que en el mercado internacional, logro que relacionó con el embargo.

Y destacó que el Gobierno dispone de más de 6.000 toneladas de reservas de grano en el fondo de intervención en caso de que los precios se disparen debido a la reanudación de las exportaciones.

La cosecha de grano en Rusia descendió el pasado año un 33 por ciento en comparación con 2009 debido a la peor sequía en varias décadas, según el Ministerio de Agricultura.

Los agricultores rusos recogieron 64,2 millones de toneladas, frente a los 97 millones del pasado año.

En concreto, en las fértiles regiones bañadas por el río Volga, las más afectadas por la peor sequía en décadas en la parte europea de Rusia, se recogieron 6,67 millones de toneladas frente a las 20,69 del pasado año.

El embargo a las exportaciones, que provocó inquietud en los mercados internacionales, afectó al trigo, centeno, cebada, maíz y a la harina de trigo y de centeno, pero no al arroz.

El primer ministro reconoció que el Gobierno había tenido que asignar una gran cantidad de dinero en ayudas a productores y campesinos, puesto que era la única forma de evitar que se dispararan los precios del pan, la harina y otros productos básicos.

No obstante, los analistas consideran que la medida fue electoral, ya que la subida de los precios podría provocar descontento social en vísperas de los cruciales comicios parlamentarios de diciembre próximo y los presidenciales de 2012.