El 65 por ciento de las tituladas universitarias que encuentra empleo accede al mercado de trabajo con un contrato temporal, un 20 por ciento en prácticas y sólo un 8 por ciento firma uno indefinido. Estas es una de las conclusiones de un estudio del Instituto de la Mujer, que concluye también que la titulación universitaria fue el principal requisito en un 33 por ciento de los empleos, mientras que los idiomas sólo se valoraron en un 13 por ciento de los trabajos. Los servicios públicos de empleo sólo encuentran trabajo al 3 por ciento de las tituladas, lo que les convierte en uno de los métodos "menos eficaces".

Así lo indica un estudio realizado por el Instituto de la Mujer, que señala que las mujeres que terminan sus estudios consideran que enviar directamente el currículum a la empresa es la vía más eficaz para encontrar empleo, seguido de acudir a la red de contactos personales.

De hecho, la encuesta del Instituto de la Mujer revela que el 48 por ciento de las tituladas envía directamente el currículum a las empresas para conseguir empleo, mientras que el 47 por ciento recurre a sus contactos, el 24 por ciento busca empleo en Internet y una de cada cinco mujeres responde a anuncios en prensa. En cambio, los colegios profesionales, las empresas de trabajo temporal o las oficinas del INEM se utilizan en menor medida, según el estudio, que se ha realizado entre 400 hombres y 400 mujeres jóvenes.

NO PUEDEN VIVIR DE LO QUE GANAN

El trabajo del Instituto de la Mujer, ''Acceso al mercado de laboral de las tituladas superiores en España'', indica que el perfil de las mujeres con titulación superior es el de solteras sin hijos que en la mitad de los casos viven en casa de sus padres y que, si bien en la mayoría de los casos perciben algún ingreso, suelen contar con la ayuda de terceros. Sólo el 47 por ciento puede vivir exclusivamente de lo que gana.

Los métodos que las tituladas universitarias consideran "menos eficaces" para encontrar trabajo son la inscripción en una bolsa de empleo de la universidad (6,9 por ciento), o en una oficina de empleo pública (2,9 por ciento) y montar su propio negocio (1,1 por ciento).

En todo caso, cuando llegan al mundo laboral, la mayoría de mujeres con titulación superior, casi siete de cada diez, consiguen un contrato eventual, un 14 por ciento está en prácticas, sólo un diez por ciento accede a contratación indefinida, y un 2,9 por ciento trabaja sin contrato. En la mitad de los casos, el trabajo estaba relacionado con lo que habían estudiado. Cuando se trata de hombres con titulación, el 65 por ciento (un 2 por ciento menos) accede al mercado laboral con un contrato temporal, mientras que un 20 por ciento consigue un contrato de prácticas, un ocho por ciento firma uno indefinido y el 3,4 por ciento trabaja sin contrato.

En el primer empleo, el 59 por ciento de las mujeres, y el 63 por ciento de las mujeres, trabajaban a jornada completa 40 o más horas semanales. En el intervalo de 30 a 39 horas semanales, las tituladas eran un 11 por ciento, y los titulados el 17 por ciento, mientras que en la jornada de 20 a 29 horas, ellas eran el 22 y ellos el 14 por ciento.

El estudio indica que buscar trabajo es la principal opción al finalizar los estudios para seis de cada diez mujeres con titulación superior, mientras que el 30 por ciento continúa en el empleo que tenía durante la carrera. Un 22,5 por ciento realiza prácticas en empresas, el 20 por ciento opta por las oposiciones y el 17 por ciento se matricula en postgrado.

MÁS DE LA MITAD SIGUE ESTUDIANDO

El Instituto de la Mujer indica que el 54 por ciento de las mujeres optan por completar la formación universitaria con otros estudios, que en la cuarta parte de los casos son de idiomas. El 12 por ciento se matricula en un mister y el cinco y el cuatro por ciento, respectivamente, cursan doctorado o alguna especialización.

Pese a ello, a un 16,5 por ciento de la encuestadas no le exigieron ningún requisito específico sobre sus conocimientos para acceder al primer empleo. La titulación universitaria fue el principal requerimiento en un 33 por ciento de los casos, en cuatro de cada diez se valoró la informática, y en un 13 por ciento los idiomas. La experiencia fue exigida al diez por ciento de las tituladas.

En opinión de las universitarias, las destrezas más demandadas fueron las habilidades directivas, en un 28 por ciento, la relacionadas con la capacidad de trabajar en equipo (27 por ciento) y las específicas asociadas al puesto (21 por ciento), aunque también se ha tenido en cuenta la capacidad de aprender o reciclarse y las habilidades sociales.