La desviación del IPC, que provocó una paga compensatoria para las pensiones mayor de lo esperado, así como las menores cotizaciones sociales hicieron que el superávit de la Seguridad Social cayese en 2010 el 71,9 % respecto a 2009 y se situase en 2.382,97 millones, el 0,22% del PIB.

El secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, destacó hoy en rueda de prensa que estos datos son provisionales y que variarán algo cuando el Gobierno presente la ejecución presupuestaria en su conjunto.

Esto se debe a que, indicó, también se tendrán en cuenta los resultados del Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) y de los Servicios Públicos de Empleo, que han terminado 2010 con déficit, que no cifró.

En cuanto a la evolución de la Seguridad Social en 2010, Granado explicó que el superávit fue resultado de unos ingresos de 122.484,55 millones de euros, el 0,97 % menos que un año antes, y de unos gastos de 120.101,58 millones de euros, el 4,55 % más.

El resultado, de 2.382,97 millones, es inferior a la previsión inicial de superávit que manejó la Seguridad Social, que era de 2.800 millones de euros, recordó el secretario de Estado.

Al respecto, indicó que la desviación del IPC del año pasado ha descompensado el cierre de 2010, ya que se preveía que fuera del 0,8 % y al final se fue al 1,3 %, lo que ha provocado un mayor gasto en pensiones de 400 millones de euros.

Este desarrollo "peor de lo previsto" del IPC se ha debido al crecimiento "brusco" del precio de la energía y el petróleo, precisó Granado.

En su desglose de los ingresos que tuvo la Seguridad Social, el secretario de Estado informó de que las cotizaciones sociales ascendieron en 2010 a 105.682,72 millones, lo que supone una disminución interanual de 0,82 puntos porcentuales respecto al año anterior, cuando en enero el descenso era del 3 %.

Además, los ingresos patrimoniales fueron 2.792,42 millones de euros, que en su mayoría procedieron del Fondo de Reserva de la Seguridad Social (que alcanza los 64.335 millones de euros), la conocida como hucha de las pensiones.

Por tasas y otros ingresos se obtuvieron 1.275,51 millones de euros, un 3,26 % más que en 2009, debido el crecimiento de los recargos de apremio e intereses de demora en la recaudación de cuotas.

Por su parte, en materia de gastos, la mayor partida (de 95.714 millones, un 6,38 % más) correspondió a las pensiones contributivas, que incorporó la paga por la desviación del IPC.

Al pago de la incapacidad temporal se destinaron 6.839,44 millones de euros, un 4,69 % menos que en 2009, por la intensificación de las medidas de control.

También subió, un 18 % (hasta los 2.198,89 millones), la partida destinada a la dependencia, mientras que los gastos corrientes en bienes y servicios cayeron un 3 %.

Otro de los datos que, en positivo, destacó Octavio Granado es que las dos principales reservas de la Seguridad Social crecieron en 2010 en 5.000 millones: en unos 4.350 millones el Fondo de Reserva (fruto de los intereses que rindió y de una aportación del Gobierno de 1.750 millones en febrero) y en unos 580 millones el de Prevención de las Mutuas de Accidentes y Trabajo.

Preguntado si estos excedentes irán al Fondo de Reserva, recordó que, debido a la crisis, en los dos últimos ejercicios no se ha hecho así para tener dinero suficiente y permitir a las empresas con problemas de tesorería que aplacen sus pagos a la Seguridad Social y evitar su cierre.

Sobre este punto informó de que, en la actualidad, la Seguridad Social tiene aplazados pagos a empresas por un importe de 8.000 millones, cantidad que ha llegado anteriormente a ser de 9.500 millones.

Como balance, Granado parafraseó a San Agustín, al decir que, aunque el año 2010 fue malo, si el sistema español se compara con los de sus socios europeos está en una situación mejor.