La negociación tripartita que mantienen el Gobierno y los agentes sociales sobre la reforma de las pensiones sigue siendo muy complicada y está lejos el acuerdo por la intención del Ejecutivo de mantener su propuesta de elevar a los 67 años la edad de jubilación.

Así lo aseguraron fuentes de la negociación, que admitieron que puede haber alguna posibilidad de acercamiento en el aumento del periodo para calcular la pensión, a pesar de que también en ese punto las posturas siguen estando muy distanciadas.

Según las mismas fuentes, los sindicatos no cederán en la cuestión de los 67 años, y creen que el Gobierno ha tratado de transmitir el mensaje de que habrá flexibilidad a la hora de tener que jubilarse a esa edad para hacerlo más digerible ante la opinión pública, pero no porque pretendan que no sea general.

Los sindicatos también han transmitido al Ejecutivo que otras medidas laborales no servirán de moneda de cambio para ceder en la negociación de las pensiones, en alusión al reglamento que se está preparando de la reforma laboral.

En dicho reglamento se prevé que las empresas que recurran al despido objetivo por causas económicas demuestren que sus pérdidas no son meramente coyunturales.

Para las organizaciones de los trabajadores, el hecho de que se decidan estas condiciones no servirá para que se echen atrás en su rechazo a ampliar la edad de jubilación, según las mismas fuentes.

No en vano, Comisiones Obreras y UGT han convocado mañana encierros en las delegaciones provinciales y comarcales de la Seguridad Social para protestar por el retraso de la jubilación.