Aena ha fijado el 17 de marzo como fecha límite para que las empresas interesadas en prestación de servicios de control aéreo en los aeropuertos españoles presenten sus solicitudes para participar en el concurso público abierto para liberalizar las quince primeras torres de control.

Así consta en la licitación de esta primera fase de apertura del control aéreo de los aeropuertos españoles que arrancó este lunes con su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Se trata de los aeródromos de Alicante, Valencia, Ibiza, La Palma, Lanzarote, Fuerteventura, Sevilla, Jerez, Sabadell, Cuatro Vientos, Vigo, La Coruña y Melilla.

Ferrovial, ACS, FCC, Indra, Saerco y Gesnaer son las empresas que, hasta el momento, han mostrado su interés por entrar a prestar estos servicios, según datos del Ministerio de Fomento.

El contrato se ha dividido en tres lotes. El primero está integrado por las torres de Alicante, Valencia, Ibiza y Sabadell; el segundo por las de los aeropuertos de Sevilla, Jerez, Vigo, A Coruña, Melilla y Cuatro Vientos y el último por Lanzarote, Fuerteventura y La Palma.

Según explicó Aena, se elegirá un proveedor para cada uno de estos lotes, que prestarán el servicio durante cinco años prorrogables por uno más.

FASES DEL CONTRATO.

Para ello, deberán superar las tres fases en las que Aena ha organizado el proceso de contratación. En virtud de la primera fase los interesados deberán remitir a Aena su solicitud de participar en el concurso; posteriormente Aena invitará a presentar oferta a los operadores interesados que acrediten cumplir con todos los requisitos, y por último resolverá la licitación.

Fomento prevé que los servicios de control aéreo de estas primeras torres pasen a realizarse por empresas privadas dentro de este ejercicio, con el fin de promover ya en 2012 la liberalización de las del resto de los aeropuertos.

Según las condiciones fijadas por Fomento para el proceso de liberalización, las empresas que se queden con estos servicios podrán subrogar a los controladores que trabajan en dichas torres u optar a contratar a controladores extranjeros con la licencia habilitada.

El fin último del Ministerio es "romper el monopolio" de Aena en la prestación del servicio de control aéreo, reducir los costes y tasas de navegación aérea y aumentar la competitividad de los aeropuertos.

No obstante, para este departamento, el pasajero será "el gran beneficiado de esta reforma", ya que redundará en una mejora de la calidad del servicio, dado que se "fijarán una serie de parámetros de calidad, entre ellos algunos relacionados con la puntualidad".