El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, advirtió hoy de que subirá los tipos de interés si es necesario para frenar la inflación, pese a la crisis de endeudamiento de la zona del euro.

En la rueda de prensa tras la reunión del consejo de gobierno, Trichet pronosticó que "se mantendrá la estabilidad de precios a medio plazo" en la zona del euro tras el repunte de la inflación en diciembre hasta el 2,2 %.

Trichet consideró que la tasa de inflación de diciembre fue algo más elevada de lo esperado y que refleja "precios de la energía más altos".

Previamente el consejo de gobierno decidió mantener los tipos de interés en el 1 % para los países que comparten el euro.

El presidente del BCE consideró que esta tasa es en este momento adecuada.

El BCE prevé que en los próximos meses, "la tasa de inflación pueda subir más temporalmente" y situarse por encima del 2 % por los precios de las materias primas pero se moderará de nuevo a finales de año.

"Las expectativas de inflación permanecen firmemente ancladas en línea con nuestro objetivo de mantener la tasa de inflación por debajo pero cerca del 2 % a medio plazo", apostilló Trichet.

No obstante, Trichet dejó claro en un tono más fuerte del que esperaban los analistas y los mercados que el BCE actuará y subirá su tasa rectora en caso de que sea necesario para hacer frente a la inflación.

Se trata de una advertencia condicional, el BCE actuará en caso de que se modifiquen sus expectativas y la inflación no se frene, dijo a EFE el analista de Commerzbank Michael Schubert.

El presidente del BCE explicó que el consejo de gobierno observa "presión al alza a corto plazo sobre la inflación debido, principalmente, a los precios de la energía pero esto no ha afectado nuestra valoración de que la evolución de los precios permanecerá en línea con la estabilidad de precios sobre el horizonte relevante para la política monetaria".

En este sentido, Trichet recordó que la entidad monetaria subió el precio del dinero en julio de 2008 (hasta el 4,25 %), apenas unos meses antes de la quiebra de Lehman Brothers, para garantizar la estabilidad de precios cuando muchos expertos y los mercados se oponían.

En octubre de 2008 el BCE tuvo que comenzar a bajar los tipos de interés por el recrudecimiento de la crisis financiera.

Entre octubre de 2008 y mayo de 2009 la entidad monetaria redujo el precio del dinero hasta el 1 % actual.

Una subida de los tipos de interés encarecería más la refinanciación de Grecia, Irlanda y Portugal en un momento en que estos países atraviesan serias dificultades financieras y los mercados penalizan su deuda soberana, lo que ha disparado su rentabilidad y las primas de riesgo.

El euro subió tres centavos de dólar y superó los 1,33 dólares después de que Trichet dijera que hay presiones inflacionistas a corto plazo.

La moneda única se cambiaba a 1,3360 dólares hacia las 16.30 horas GMT, frente a los 1,3145 dólares del mediodía y los 1,3060 dólares de ayer por la tarde.

En la rueda de prensa, Trichet instó a la Unión Europea (UE) a que "urgentemente mejore cuantitativa y cualitativamente" el fondo de rescate para ayudar a los países que atraviesan dificultades financieras.

Trichet, como ya ha señalado en otras ocasiones, considera que el fondo debe disponer de la máxima flexibilidad en la capacidad de intervención.

Al mismo tiempo, instó a todos los países de la zona del euro a cumplir sus objetivos de déficit y reducir su endeudamiento público ante la vulnerabilidad por las adversas reacciones del mercado.