El comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, y el ex ministro de Economía Pedro Solbes coinciden en señalar que la unión monetaria ha reducido el impacto de la crisis en España y contribuye a día de hoy a gestionar su salida con más posibilidades de éxito.

En un cuestionario contestado con motivo del 25 aniversario del ingreso de España en la Comunidad Europea, que se produjo el 1 de enero de 1986, ambos políticos han defendido la vigencia de la moneda única frente a las críticas que cuestionan su diseño debido a la crisis de la deuda soberana.

"Fuera del euro, la crisis nos hubiese golpeado de forma mucho más dura y la salida de la crisis sería considerablemente más difícil y costosa", asegura Joaquín Almunia, quien considera que "gracias al euro, la economía española era mucho más fuerte y dinámica en el momento en que surge la crisis".

Solbes, por su parte, cree que "sin el euro, el recurso a las devaluaciones competitivas hubiera tenido un claro impacto negativo" sobre los niveles de riqueza y "hubiese generado demandas proteccionistas que hubieran agravado la crisis".

Además, el euro y "sobre todo la actuación del Banco Central Europeo" han ayudado a España a resolver temporalmente sus problemas de liquidez.

En este sentido, Solbes cree que "salir o suprimir el euro no son opciones realistas", dado que salir del euro "es mucho más difícil y costoso en términos económicos" que entrar.

A su juicio del ex ministro de Economía y Hacienda, que ahora preside el consejo de la fundación FRIDE, "la solución realista es la actuación coordinada y consistente (en el seno de la UE), lo que supone en no pocos casos un importante desgaste político, para suprimir las tensiones en los mercados que puedan tener un impacto negativo sobre el euro".

Por su parte, Almunia reconoce que hay ciertas herramientas y medidas "que hubiesen debido estar disponibles desde el comienzo de la Unión Económica y Monetaria".

Sin embargo, asegura que la crisis ha tenido por efecto positivo el impulso de las reformas necesarias, relacionadas con el refuerzo de la gobernanza de la unión monetaria y la creación de un mecanismo permanente para acudir en auxilio de los países acorralados por las tensiones en los mercados de deuda pública.

Para Almunia, estas iniciativas "anticipan un futuro en el que el euro será una moneda aún más fiable y relevante a escala global y las economías de sus miembros serán más dinámicas y competitivas".

Un porvenir acorde con los últimos veinticinco años de pertenencia a la UE, en los que España ha consolidado su democracia y anclado su "proyecto de convivencia y bienestar de manera estable", según el comisario.

Pedro Solbes fue comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios desde 1999 a 2004, cuando fue sustituido por Joaquín Almunia, que ocupó la cartera hasta 2010, año en que pasó a encargarse de Competencia en la Comisión Europea.