CCOO y UGT han bajado el tono de sus reivindicaciones con respecto a la reforma de las pensiones, aunque mantienen su rechazo a la ampliación de la edad de jubilación hasta los 67 años, medida que continúa siendo el mayor escollo en la negociación que mantienen con el Gobierno.

El Comité Confederal de CCOO, órgano decisorio que, en un principio iba a decidir hoy si el sindicato convocaba o no una huelga general, abogó por la posibilidad de alcanzar un acuerdo global, más allá de la reforma de las pensiones.

Además, CCOO ha tenido en cuenta no sólo la tranquilidad que este pacto daría a los ciudadanos, sino también a los mercados financieros.

En este sentido, el portavoz de CCOO, Fernando Lezcano, afirmó que a cualquier ciudadano "dentro y fuera de España", le merece más confianza una reforma pactada.

Para Lezcano, este pacto no supone dar un balón de oxígeno al Gobierno sino un acto de responsabilidad por parte del sindicato.

También desde UGT se busca el poder alcanzar un pacto global que incluya otras cuestiones además de la reforma de las pensiones.

Dicho pacto incluiría, según los sindicatos, aspectos relacionados con la negociación colectiva, la energía, las políticas activas de empleo o ciertos asuntos de la reforma laboral ya aprobada, entre otros.

No obstante, tanto CCOO como UGT mantienen su rechazo a prolongar la edad de jubilación hasta los 67 años y negocian de qué manera pueden "flexibilizar" aspectos de la reforma para mantener la edad en 65 años.

También desde el Ejecutivo se habla de flexibilidad, pero sin renunciar al alargamiento de la vida laboral.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero habló hoy de una reforma que será flexible porque tendrá en cuenta el tiempo efectivamente trabajado y la naturaleza del empleo desempeñado para poder jubilarse con anterioridad a la nueva edad legal fijada.

No obstante, Zapatero mantuvo que el Ejecutivo cumplirá su compromiso con las reformas y aseguró que la falta de ellas es peor que "la ausencia de consensos amplios para fraguarlas y aplicarlas".

El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, también ve "avances tangibles" en la negociación.

Gómez afirmó que los sindicatos ven la necesidad de que la prolongación de la edad de jubilación no sea generalizada, aunque dijo que existen diferencias en las condiciones y la forma en que se produciría el alargamiento de la vida laboral.

Esta afirmación del ministro contrasta con la tajante negativa de los sindicatos a transigir con esta medida, a pesar de que hayan suavizado su discurso sobre las pensiones.

El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, explicó que el aumento de la edad de jubilación a los 67 años supondrá la reducción de las pensiones en el futuro entre un 20 y un 25 %.

No obstante, aunque dijo que el diálogo se encuentra en un punto de "crudeza importante", Toxo eludió hablar de convocar otra huelga general y se mostró optimista con respecto a la negociación, ya que cree que la cercanía de las elecciones municipales favorecerá el acuerdo.

CCOO ha fijado el límite del 25 de enero, fecha en la que se debaten en el Parlamento las recomendaciones del Pacto de Toledo, para que haya un documento concreto "con un horizonte muy preciso" sobre las pensiones, teniendo en cuenta que el Gobierno aprobara el decreto ley sobre las mismas el día 28.

En función de los resultados, el Consejo Confederal de CCOO, en reunión extraordinaria, decidirá la respuesta sindical a la reforma.