El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, abogó hoy por que el Banco Central Europeo (BCE) siga jugando un papel clave en la estabilidad de la zona del euro y de cada uno de los países que forman parte de ella.

La recomendación la hizo en su presentación del Informe Económico 2010 en el Palacio de La Moncloa, un día después de que se conociera a través de operadores que el BCE ha estado comprando deuda de Irlanda, Grecia y Portugal, en una operación que ayuda a contener la subida de los intereses de los bonos de los países periféricos de la Unión Europea.

Sin especificar a través de qué acciones, Zapatero reclamó al organismo europeo que siga desempeñando su papel estabilizador "con la misma fuerza" con la que cada país miembro tiene que cumplir con sus propios compromisos de estabilidad.

En el caso de España, estos compromisos son "inequívocos" y pasan por reducir el déficit del conjunto de Administraciones Públicas al 6 % del PIB este año, en tanto que el objetivo del 9,3 % del PIB para 2010 se cumplirá "con holgura", insistió.

El esfuerzo derivado tanto del reequilibrio de las cuentas públicas como de las reformas emprendidas ayudará a acercar el crecimiento económico de España "a su nivel potencial", de tal forma que entre 2011 y 2015 la economía haya crecido una media de entre el 2 y el 2,5 %, según el presidente.

Explicó que, a pesar del impacto tan negativo que ha tenido la crisis, la economía española empezó a recuperarse en 2010, por lo que sigue confiando en que en el último trimestre del año la economía no haya retrocedido respecto a los tres meses anteriores.

En una semana clave en la que los países periféricos apelarán a los inversores con distintas subastas de deuda y ante las tensiones de los mercados financieros, Zapatero recordó el "mensaje claro de unidad y de confianza" del Consejo Europeo dado en diciembre en torno al euro con su determinación de impulsar "cuantas acciones sean necesarias" para garantizar la estabilidad de la moneda común.