Los intereses que penalizan la deuda portuguesa bajaron hoy del nivel crítico del 7 % tras las intervenciones compradoras del Banco Central Europeo (BCE) y cerraron en el 6,99 % tras haberse superado el 7,1% horas antes.

Fuentes del mercado y especialistas de los medios económicos lusos consideraron un alivio para la creciente presión que sufre Portugal el descenso de los intereses que se aplican al bono de referencia a diez años.

En la apertura de la jornada los intereses superaron los máximos registrados el pasado viernes y amenazaban con llegar al 7,2 % aunque, tras las compras del BCE, cerraron en los niveles de hace tres días.

La bolsa de Lisboa, que llegó a perder hoy más del 2 % por la subida de los intereses, se benefició también del efecto de la intervención del BCE y acabó también por recortar la caída hasta el 1,60 %.

La deuda lusa sufre una fuerte especulación en los mercados, que castigan el elevado déficit público del país y la posibilidad de que no pueda hacer frente a sus compromisos financieros.

Esta circunstancia, según los expertos, puede ocurrir precisamente si los intereses exigidos para su refinanciación se mantienen tan altos.

Pese a las presiones el primer ministro luso, José Sócrates, desmintió el sábado una vez más la hipótesis de recurrir a un rescate europeo, e insistió en que el país emite señales que merecen la confianza de los inversores, como el cumplimiento de su objetivo de rebajar el déficit en dos puntos durante 2010, hasta el 7,3 %.