Caja Madrid ha colocado entre inversores institucionales una emisión de 1.250 millones de euros en cédulas hipotecarias con vencimiento en dos años y medio en poco más de tres horas, informaron hoy a EFE fuentes del mercado.

Desde la entidad se confirmó el resultado de esta operación y se agregó que la emisión tendrá la calificación AAA/Aaa a largo plazo de las agencias de calificación S&P y Moody''s y que así la entidad presidida por Rodrigo Rato "refuerza sus niveles de liquidez en los momentos previos a la constitución de un SIP con otras seis cajas", circunstancia que pasará por su asamblea la próxima semana.

A pesar de que en un principio la entidad pretendía colocar unos 500 millones de euros, la fuerte demanda entre los inversores -superior a los 1.300 millones- provocó que al final se cerrase en una cifra que es más del doble de lo esperado.

De los inversores institucionales, el 52% corresponde a peticiones del extranjero, mientras que el precio de la emisión, con vencimiento en marzo de 2013, es de 220 puntos básicos sobre el índice de referencia, "midswap", lo que supone un cupón del 3,50%.

Esta emisión de cédulas es la de mayor volumen de una caja de ahorros desde la operación de 1.750 millones de septiembre 2009, también de Caja Madrid.

Según la entidad, la emisión "confirma el creciente interés de los inversores institucionales por la deuda de entidades financieras españolas con elevada solvencia", al tiempo que "valora de forma especialmente positiva este respaldo cuando se encuentra en los momentos previos a la constitución de un SIP con otras seis cajas para formar la primera entidad española en banca comercial y de empresas por volumen de negocio".

En total, ha habido 78 órdenes de inversores institucionales locales e internacionales, siendo la mayor colocación en España (48%), Alemania (20%), Reino Unido (14%), y Francia (5%).

Los bancos que actuaron como colocadores han sido Bank of América Merrill Lynch, Barclays, BNP Paribas, LBBW y la propia Caja Madrid.

El volumen de esta operación es uno de los más grandes entre las emisiones de instrumentos de deuda que han protagonizado este año las entidades españolas.

Algunos de los mayores bancos y empresas españolas, entre los que se encuentran Santander, Telefónica o BBVA, han decidido aprovechar la recuperada confianza de los mercados en la solvencia española y reanudar las emisiones de deuda corporativa, que en menos de dos meses ronda los 13.000 millones de euros.