Los trabajadores de Marsans han creado la Asociación de Afectados del grupo turístico "con el doble objetivo de saldar la deuda económica y moral" que la propiedad de la compañía ha contraído tanto con ellos como con sus clientes, indicaron hoy a EFE fuentes sindicales.

La asociación, que se presentará mañana y nace con más de 200 adhesiones, perseguirá "el cobro de los acuerdos derivados de la extinción colectiva o individual de los contratos de trabajo de los trabajadores del grupo", además del "esclarecimiento de las responsabilidades y actuaciones de los administradores de hecho y propietarios de la empresa".

Además de contar con los trabajadores afectados por los expedientes de extinción colectiva de los contratos de trabajo, está abierta a aquellos que por falta de actividad de grupo "debieron pedir sus liquidaciones antes del 31 de julio y que tan sólo recibieron como pago una carta de reconocimiento de deuda, aún sin abonar".

Otro colectivo importante susceptible de pertenecer a la asociación son los clientes afectados, unos 15.000, que habían hecho diversos depósitos de contratación que no les han sido devueltos hasta ahora.

Los trabajadores siguen considerando que Marsans pertenece a sus antiguos propietarios: el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y su socio Gonzalo Pascual, pese a la venta del grupo a la sociedad Posibilitumm el pasado 10 de junio, el mismo día en el que presentaron su solicitud de concurso voluntario.

La falta de aportación económica y de planes comerciales del actual titular de Marsans hace que los trabajadores lo consideren como "una empresa más del grupo, concretamente la encargada del desmontaje de la diversas sociedades que lo componen".

Fuentes sindicales recordaron que Posibilitumm "no pudo pagar ni tan siquiera la primera nómina de los trabajadores, ni pudo aportar un sólo euro al plan de viabilidad de las marcas Marsans, Tiempo Libre-Mundicolor, Viajes Crisol y Rural Tours".

A su juicio, el cierre definitivo del grupo "se concretó el pasado 26 de julio cuando la administración concursal rechazó un plan de viabilidad comercial", lo que ponía fin, de forma oficial, a la falta de actividad que se arrastraba desde el 20 de abril, cuando la patronal de compañías aéreas IATA retiró a Marsans el permiso de venta de billetes aéreos.

Los representantes de los trabajadores del Grupo Marsans aceptaron a finales de julio la puesta en marcha del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de extinción que afectará a un total de 1.390 trabajadores -la práctica totalidad de la plantilla-.

Las condiciones del ERE incluyen una indemnización de 32 días por año trabajado, por un máximo de 30 mensualidades, estableciendo un tope salarial de 70.000 euros.

Parte de la financiación del expediente provendrá del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) y el resto corresponderá a la masa concursal.

El pasado 18 de agosto, el Ministerio de Trabajo consideró, en su respuesta a una reclamación interpuesta por los representantes de los empleados, que puede haber "delito penal" en el trato a los trabajadores de Marsans, reconociendo algunas infracciones graves y muy graves que fueron remitidas al Ministerio Fiscal.

Dichas infracciones incluyen tanto a los anteriores dueños del negocio como a Posibilitumm Business, ya que abordan irregularidades cometidas hasta junio de 2010.