Los puntos de recarga de vehículos eléctricos, popularmene ya bautizados como "electrolineras" ya han empezado a desplegarse en ciudades como Madrid, Valencia, Sevilla, Málaga, Almería o Palma de Mallorca. También en estas ciudades se pueden ver ya algunos modelos de coches eléctricos, que se recargan con apenas 1,5 euros para una autonomía de 100 kilómetros.

Aunque el plan previsto por el Ministerio de Industria para este año no ha alcanzado las expectativas de venta de automóviles eléctricos, lo cierto es que la carrera hacia la movilidad eléctrica es imparable y las marcas automovilísticas y las compañías eléctricas están aunando esfuerzos por acelerar la transición hacia este nuevo modelo de desplazamiento.

Uno de los proyectos más ambiciosos, y que va más allá de la movilidad eléctrica, es el puesto en práctica en una zona de Málaga, concretamente en la Playa de la Misericordia, donde se pretende experimentar y obtener conclusiones aplicables en la búsqueda de soluciones a los problemas energéticos y medioambientales generados por la creciente concentración de la población en grandes núcleos urbanos.

Smartcity

El proyecto, conocido por Smartcity, está liderado por Endesa e impulsado por otras 15 empresas, la Administración y diversos centros de investigación, y cuenta con un presupuesto de 31 millones de euros en tres años para demostrar la viabilidad de concentrar en un único núcleo urbano un amplio conjunto de tecnologías avanzadas y sostenibles para hacer posible un nuevo modelo de gestión energética en las grandes urbes. El objetivo final del proyecto es conseguir un ahorro energético del 20%, un uso del 20% de energías renovables y una reducción de emisiones de más de 6.000 toneladas de CO2 al año.

El proyecto, que ya ha iniciado sus primeras fases, beneficiará, en principio, a 300 clientes industriales, 900 de servicios y 11.000 clientes domésticos durante cuatro años.

SmartCity Málaga es uno de los seis proyectos más importantes de su tipo que existen actualmente en el mundo, junto con los de Estocolmo (Suecia), Malta, Masdar (Dubai), Boulder y Columbus (EEUU), y está enmarcado en el Plan 20-20-20 de la Unión Europea, un ambicioso conjunto de medidas para combatir el cambio climático, cuyo objetivo es reducir antes del 2020 las emisiones de CO2 en un 20%, alcanzar el 20% de producción de energía renovable y mejorar la eficiencia energética también en un 20%.

La ciudad de Málaga ha sido elegida para este proyecto por reunir los requisitos necesarios para garantizar el éxito del proyecto: gran potencial de crecimiento, amplias capacidades tecnológicas, fuerte presencia de Universidad y empresas, apoyo decidido de las administraciones públicas y excelentes infraestructuras eléctricas.

SmartCity pretende conseguir una integración óptima de las fuentes renovables de energía en la red eléctrica, acercando la generación al consumo a través de la instalación de paneles fotovoltaicos en edificios públicos, el uso de microgeneración eléctrica en hoteles o el desarrollo de sistemas microeólicos en la zona. Se utilizarán también sistemas de almacenamiento energético en baterías para facilitar su consumo posterior en la climatización de edificios, el alumbrado público y el transporte eléctrico. Y se potenciará asimismo el uso de coches eléctricos, con la instalación de postes de recarga y la implantación de una pequeña flota de vehículos.

Coche eléctrico

El primero de estos coches eléctricos ya circula por esta ciudad con el logo del proyecto Smartcity.

El uso de este vehículo, alternativa al motor de combustión, implicará un mayor respeto al medio ambiente al funcionar a través de la electricidad que se produce mediante energías renovables y "limpias". Además, el coche eléctrico es mucho menos contaminante y más silencioso que el convencional.

El vehículo eléctrico de Málaga es un modelo de Bergé Automoción BYD F3DM, basado en la novedosa tecnología DM (Dual Mode), que cuenta con un sistema 100% eléctrico y es además híbrido enchufable. Esto permite una autonomía en modo eléctrico cercana a los 100 kilómetros y de más de 500 kilómetros, en función híbrida. Bergé Automoción y Endesa firmaron un acuerdo el pasado mes de abril para trabajar conjuntamente en el desarrollo de la movilidad eléctrica en España.

Endesa está trabajando ahora en la instalación de puntos de recarga para los automóviles eléctricos en los aparcamientos públicos de Málaga.

En esta misma línea, Endesa y Telefónica firmaron en mayo de este año un acuerdo para desarrollar una solución tecnológica que permita utilizar las cabinas de Telefónica como puntos de carga de vehículos eléctricos, con el objetivo de impulsar la movilidad sostenible, facilitando y haciendo viable la recarga eléctrica en la vía pública. El acuerdo, que establecía las tarjetas prepago como sistema de recarga, también buscaba obtener información de uso y consumos.

Con este acuerdo se abre la posibilidad de que los usuarios puedan recargar vehículos eléctricos en las cabinas de la vía pública que se encuentren próximas a zonas de aparcamiento. Las cabinas telefónicas ofrecen puntos de servicio con cobertura nacional y disponen casi en su totalidad de suministro eléctrico, evitando tener que realizar obra civil para llevar la acometida hasta la misma.

Normalmente están situadas en la zona de la acera más próxima a la calzada, facilitando la recarga desde las plazas de aparcamiento contiguas. El soporte de las cabinas dispone además de una amplia superficie que permite informar de la disponibilidad del servicio.

Endesa participa en la actualidad en diversos proyectos nacionales y europeos en los que se busca, entre otros objetivos, estandarización, definición del modelo de negocio, y acercamiento del vehículo eléctrico a la sociedad. En España, participa en el proyecto Cenit Verde y en el desarrollo del plan de Movilidad Eléctrica del gobierno (Movele) así como en otros proyectos de integración del vehículo eléctrico en redes inteligentes como en "Smartcity", DER-22@, REVE, y en proyectos de investigación y demostración de vehículos eléctricos en Europa como el G4V y Elvire.