El consumo de queso en Canarias supera la media nacional que es de cerca de 7,5 kilos de queso por persona al año, según un informe de Mercasa, que destaca que el consumo en el hogar aglutina en torno al 85 por ciento de esa cantidad. Así las islas son la Comunidad Autónoma donde más se consume este producto.

Según el informe, consultado por Europa Press, las diferencias regionales en la demanda suponen una divergencia de más de 5,5 kilos per cápita entre los individuos con un mayor consumo --los canario-- y los que tienen el menor --los riojanos--.

Cataluña, Baleares, Comunidad Valenciana, Murcia, Castilla y León, Asturias y Cantabria están por encima de la media nacional en el consumo de queso mientras que Aragón, Andalucía, Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura, Galicia, País Vasco y Navarra están por debajo.

El municipio de residencia se convierte en una variable fundamental en cuanto al consumo de queso puesto que existe una diferencia de casi 1,5 kilos entre la cantidad demandada por un individuo que vive en un municipio con menos de 2.000 habitantes y otro que reside en una ciudad entre 100.000 y 500.000 habitantes.

Además, y según el informe, la demanda de queso también está condicionada por la edad del consumidor de tal manera que los más jóvenes cuentan con un consumo inferior a la media y los mayores están por encima. A modo de ejemplo, puede plantearse que existe una diferencia de casi un kilo en el consumo de queso entre una persona menor de 35 años y otra mayor de 65 años.

El consumo de queso decrece en los hogares que cuentan con menor nivel de ingresos; esto es, en los hogares de renta alta y media alta existe un consumo un 29% superior a la media nacional mientras que en los hogares de renta baja la diferencia es negativa y se cuantifica en un 26%. Sin embargo, la condición laboral del encargado de realizar las compras no resulta determinante para el consumo per cápita de queso; en este caso, cuando la persona está activa existe una ligera minoración del consumo per cápita con respecto a la media.

Atendiendo a la configuración del hogar, el informe pone de manifiesto que la presencia de niños supone un menor consumo per cápita de quesos; por ejemplo, en los hogares sin niños se alcanzan 7 kilos por persona mientras que en los hogares con niños de 6 a 15 años apenas se sobrepasan los 5,5 kilos. La composición del hogar en cuanto al número de integrantes también repercute sobre la demanda de queso suponiendo un consumo per cápita mayor en los hogares unipersonales (a partir de 3 personas empieza a contarse con una desviación negativa con respecto a la media).

Finalmente, el informe apunta que en función de la conformación de los hogares, se atiende a una amplia casuística en la demanda de queso. Con carácter general, los hogares de adultos independientes cuentan con el consumo más significativo mientras que sucede lo contrario en las parejas con hijos de edad media. También aparece un consumo por encima de la media en hogares de jóvenes independientes, parejas jóvenes sin hijos, parejas adultas sin hijos y jubilados.