El desplome de las matriculaciones en el primer mes del año ha agravado las negativas previsiones de negocio de los importadores y vendedores de automóviles del Archipiélago, cuya patronal (Fredica) ya avisa de que los recortes de personal serán una consecuencia inevitable de esa caída. En torno a un 10% de los empleos directos del subsector (en total unos 5.000) se han perdido, según cálculos del secretario general de Fredica, Cristóbal Núñez, quien apunta que, aunque las medidas más habituales hasta ahora en Canarias eran no renovar contratos y realizar jubilaciones anticipadas, pueden sucederse los expedientes de regulación de empleo (ERE) si el consumo no repunta.

Aunque hoy se conocerán los resultados completos de enero, en los primeros 15 días del año el descenso de las ventas fue muchísimo peor del esperado, del 40% respecto al mismo periodo de 2008, un porcentaje similar a la previsión para enero de la asociación nacional de fabricantes (Anfac) y la consultora especializada en el ramo automovilístico MSI. Hace un año, además, la disminución ya fue del 20%, y la situación se agravó hasta diciembre. Al cierre de 2008 el bajón global fue del 39,6%.

Aunque hace poco más de un mes las previsiones de Fredica apuntaban a una caída del 10% en el conjunto de 2009, el mal comienzo del año las ha empeorado. El retroceso será del 20%, cercano al 23% que, según los constructores, hará que las ventas sumen menos de un millón de vehículos (turismos y todoterrenos) a escala nacional. No obstante, Núñez advierte de que sólo se trata de pronósticos sujetos a la incertidumbre que hay en torno a cuándo se solucionarán los problemas en la concesión de créditos bancarios.

"Ahora mismo es lo más grave, lo que más daño está haciendo, pero la situación puede cambiar en verano si en el primer semestre vuelve la liquidez; entonces habría que ajustar de nuevo la previsión", puntualiza el secretario general de Fredica. En todo caso, "la ausencia de medidas que estimulen la demanda y el agravamiento de la crisis nos hace vislumbrar hoy un panorama muy complicado", apostilla.

Si se tienen en cuenta las cifras tremendamente negativas que arrastra el sector -España cerró el pasado ejercicio con el descenso más pronunciado, del 49,6%, en las ventas de los principales mercados europeos, a una gran distancia del Reino Unido (-36,8%), segundo más castigado-, los daños en el empleo aún no son drásticos, sostiene Núñez: "El comportamiento de las empresas del ramo ha sido muy bueno, incluso se podría decir que ejemplar".

Eso no quiere decir, sin embargo, que esa resistencia sea prorrogable otro año más de brusco descenso en el negocio. "Habrá repercusiones en el empleo porque no hay una previsión que adelante un cambio de tendencia, sino todo lo contrario", advierte el portavoz de Fredica. De momento no se están produciendo situaciones dramáticas como las que se han visto en el segmento de la fabricación en el resto del país, "pero los concesionarios no son ajenos a la coyuntura".

El VIVE, ineficaz

La patronal del subsector no critica que el Gobierno central preste ayuda a los fabricantes; al contrario, las considera necesarias, pero reclama que también se eche una mano a los vendedores. "Si no hay demanda, si los vehículos no se venden, de nada sirve ayudar a la industria. Tiene que haber una línea paralela de apoyo para que los concesionarios coloquen en el mercado el stock que han acumulado", argumenta Núñez.

Las medidas se siguen echando de menos porque la única destinada específicamente a estimular las ventas en la automoción no da el resultado esperado. El Plan VIVE, que se reformó hace dos meses y medio tras haber fracasado en su primera versión (más restrictiva): sólo se había apuntado 2.585 operaciones hasta el 27 de noviembre, según los datos facilitados por el Ministerio de Industria, que presentó esos resultados como "un revulsivo muy importante" para el subsector.

Éste, no obstante, sigue considerándolo insuficiente y demandando un programa de ayudas directas al comprador. Según el secretario de Fredica, la ampliación de la antigüedad del coche a sustituir (más de diez años o más de 250.000 kilómetros recorridos, cuando al principio se dirigía sólo a los que superaban los 15 años) "ofrece ventajas", pero objeta que "en la práctica los bancos -la ayuda está sujeta a la financiación de la compra- no quieren hacer estas operaciones porque no les son rentables y su administración es muy complicada".

Falta de sensibilidad

Los concesionarios continúan pidiendo que la subvención llegue a manos del comprador, no a las entidades financieras, al estilo del antiguo Plan Prever. Francia y Alemania, como medida de choque para impulsar las ventas de coches, han abierto líneas de ayuda de hasta 1.000 y 2.500 euros, respectivamente, a pesar de que el bajón en estos mercados fue en 2008 mucho menor que en España.

Además, agrega Núñez, "han erradicado el impuesto de matriculación, mientras que aquí, donde ha habido falta de sensibilidad y compromiso con el subsector, seguimos con reformas como la de diciembre pasado, que aumentó el impuesto para las motocicletas".