No son muchos los laterales del Tenerife que han aportado goles. Y menos los que han sido capaces de firmar dobletes, como hizo Isma López el viernes en la remontada ante el Osasuna. Esta rareza invita a la búsqueda de casos similares; y el repaso de las temporadas establece una única conexión entre el presente y la década de los 90, en la que nombres como el de Julio Llorente brillaron con luz propia. El vallisoletano, décimo en la relación de blanquiazules con más partidos disputados (268), intervino en numerosos encuentros en la banda derecha, y su relación con el gol fue frecuente para no ser atacante: 18 en nueve temporadas.

El doble acierto de Isma López ante el líder de Segunda División abrió un hilo directo con la tarde del 25 de enero de 1998. Ese día, el Tenerife entrenado por Artur Jorge derrotó por 5-1 al Compostela en el Rodríguez López. Dos de los tantos fueron obra de Llorente, que completó una zaga formada por los centrales Mata y Ballesteros y por el lateral izquierdo André Luiz. Llorente ya había sido antes bigoleador con el Tenerife de Heynckes, concretamente en un 3-3 frente al Oviedo, aunque en ese partido actuó como central.

Con el paso del tiempo cogió el testigo Pablo Sicilia, otro bigoleador que surgió de la defensa. El grancanario sumó dos de las seis dianas que consiguió en la temporada 2010/2011 -la del último descenso del club a Segunda B- en el estadio Helmántico para darle al Tenerife un triunfo por 1-2. Aunque Pablo ya había ampliado su radio de acción al lateral izquierdo, ese día en Salamanca jugó en su puesto natural, el de central.

Reduciendo el rastreo a los especialistas en defender por los costados que han marcado con el uniforme blanquiazul -un gol por partido-, y partiendo de la referencia de Julio Llorente y el 5-1 al Compostela, emergen algunos ejemplos. En la Liga 2016/17, que se cerró con la final de la promoción de ascenso entre el Getafe y el Tenerife, Cámara se estrenó como anotador en un triunfo ante el Almería; en la campaña del regreso a Segunda A, vieron portería Javi Moyano y, en la eliminatoria definitiva ante el Hospitalet en el Heliodoro, Raúl Llorente; Bertrán dejó su sello ofensivo con un par de tantos en el ejercicio que situó al conjunto entrenado por José Luis Oltra en la máxima categoría (2008/09); Fagiani aprovechó tres penaltis en los cursos 2005/06 y 2004/05; Edu Moya festejó su único gol como blanquiazul en el campo del Racing de Ferrol en mayo de 2005; Federico Basavilbaso sorprendió al batir al portero del Compostela en la primera jornada de la Liga 2002/03; Javi Venta se soltó en el Santiago Bernabéu con una vaselina sobre César Sánchez en 2002; Curro Torres se unió al potencial atacante del Tenerife que ascendió a Primera de la mano de Rafa Benítez; y Alexis Suárez y André Luiz subieron al ataque con puntería a finales de los 90.

Isma López, el extremo que acabó jugando como defensa

Isma López comenzó su carrera en la cantera del Osasuna siendo extremo izquierdo y también segundo delantero. Sus cualidades llamaron la atención de los cazatalentos del Athletic, quienes no dudaron en incorporarlo a la escuela de Lezama. El navarro siguió jugando como atacante en el filial del Zaragoza y en el Lugo, y también en su regreso al Athletic y en su primera etapa en el Sporting, pero en el equipo gijonés fue descubierto como lateral. "Abelardo cambió mi posición en la pretemporada. Me dijo que para el extremo izquierdo ya tenía alternativas y que me iba a ser difícil jugar. Estuve quince partidos sin participar y entrenaba como lateral, porque era el único puesto que no estaba doblado. Y me llegó la oportunidad debido a una sanción y una lesión del lateral izquierdo. Empecé a jugar ahí y seguí hasta el final. El equipo subió y creo que fui parte importante de ese ascenso", recuerda sobre una Liga, la 2014/2015, que marcó un antes y un después para él.