El Atlético de Madrid reafirma su esencia de la era Simeone rumbo a Turín, escenario de un combate a presión, decisivo y de tensión contra la ofensiva del Juventus y que aborda desde su fuerza defensiva, su contragolpe, su ambición y un 2-0 a favor frente a Cristiano Ronaldo.

Un choque descomunal para el bloque rojiblanco, como también lo fue el primer duelo del 20 de febrero en el Wanda Metropolitano, del que salió vencedor rotundo, sin matices, capaz de doblegar a uno de los favoritos y al goleador portugués con un marcador indudablemente bueno, pero que no admite confianza, relajación o términos medios.

El resultado, el 2-0 parcial, está de su lado; la historia de la Liga de Campeones también -esa ventaja fue válida para el ganador de la ida en su casa en 157 de las 186 veces que se dio en el torneo-. Igualmente le avala la era Diego Simeone: de sus 417 marcadores en partidos oficiales, sólo once lo eliminan. Doce fuerzan la prórroga.

También su momento, ganador de sus últimos cinco choques sin un solo gol en contra, incluida la ida ante el Juventus, y con nada más una derrota en sus diez desplazamientos más recientes; el portero Jan Oblak, ya con 112 partidos sin ningún tanto en su portería, o el ataque formado por Antoine Griezmann y Álvaro Morata, con la transcendencia que supondría un gol hoy, que multiplicaría por dos la obligación de su rival: necesitaría cuatro tantos.

Sin Diego Costa y Thomas Partey, por sanción, ni Filipe Luis y Lucas Hernández, por lesión, el Atlético está pendiente de Diego Godín, que arrastra un golpe en el muslo, para un once que el técnico ha configurado, probado y afinado desde hace dos semanas. El sábado con el Leganés midió incluso los minutos de muchos de ellos, aligerados de carga en ese duelo.

Enfrente, el Juventus se aferra a la épica y a Cristiano Ronaldo, por el que rompió récords de gasto este verano para ficharle desde el Real Madrid, para remontar el 2-0 adverso sufrido en el Metropolitano, un reto nunca logrado en la historia del club. Allegri deberá gestionar una larga serie de bajas en defensa. No estarán Barzagli, De Sciglio ni Álex Sandro. Con solo dos laterales puros, podría cambiar el habitual 4-3-3 por un 3-5-2. Los dos carriles estarán ocupados por Joao Cancelo y, seguramente, Federico Bernardeschi.