Murió en la orilla el Iberostar Tenerife, que peleó hasta el final un partido bien jugado, pleno de alternativas y vaivenes. Todo se decidió en la prórroga tras una descollante actuación del joven Carlos Alocén , que pilotó al Tecnyconta Zaragoza, siendo el máximo anotador de su equipo -18 puntos- y mostrando una vez más el enorme potencial que tiene con apenas 18 años. Séptimos clasificados de manera provisional, los insulares se quedan apenas una victoria por encima del cuadro maño en la clasificación y en desventaja en caso de igualada final porque los del Pabellón Príncipe Felipe se llevaron los dos duelos directos.

El CB Canarias fue constante. Pasó un mal rato al inicio del segundo cuarto y se metió de nuevo en el partido gracias a su fluidez ante el aro rival. Cuando al punto de acabar la primera parte el técnico Txus Vidorreta pidió tiempo muerto e hizo ver a sus chicos que era el momento de apretar atrás, el equipo lo hizo para ponerse al frente de la contienda liguera. Hasta entonces había ido a rebufo del Tecnyconta Zaragoza, siempre por delante en el marcador en un enfrentamiento en el que los porcentajes en el triple estuvieron durante bastantes minutos por encima del 50%.

El partido pareció virar cuando salieron al campo las segundas unidades. El novel, aunque ya internacional español, Carlos Alocén aceleró el partido. Un triple suyo contra tablero llevó el partido a un 28-22, que acabó por dispararse en cinco puntos más hasta llevar la ventaja local a los 11 tras un 8-0 de parcial en los primeros minutos del segundo cuarto. Mandaban los locales porque lo hacía bajo tableros el gigantesco cubano Justiz. Gillet llevó las cosas donde estaban, con siete puntos consecutivos, y los instantes anteriores al descanso le mostraron el camino al Iberostar, que se puso por primera vez por delante en el marcador (39-40) tras una antideportiva de Okoye sobre Gillet. Al descanso, el marcador (42-42) era el mejor resumen de lo sucedido.

El regreso vio a un Canarias aún mejor. Okoye había quedado fuera del partido porque en la acción final de la primera parte reclamó a los árbitros una falta segundos después de la antideportiva. Lo acusó el Zaragoza. Abromaitis y Bassas lanzaron a los visitantes con su acierto. El marcador se disparó hasta un 54-64 que a duras penas descontaron los locales para llegar a los últimos diez minutos siete abajo. A falta de seis minutos, el duelo estaba en las manos del Tenerife con la máxima diferencia del partido (67-78). Pero entonces llegó al partido Fran Vázquez, que apenas se había dejado ver. Anotó seis puntos seguidos para ayudar a devolver a su equipo al partido. Tras un parcial de 7-0 para los locales, tuvo que parar el partido Vidorreta porque su equipo se atrancó ante la zona que armó Porfirio Fisac.

Javi Beirán y Carlos Alocén anotaron desde la línea de tres. El partido se iba a decidir en un cara o cruz: perfecto final para un excelente espectáculo. Pierre-Antoine Gillet falló un triple que era media victoria. Fran Vázquez llevó de nuevo arriba a su equipo por primera vez en toda la segunda parte, con cuatro puntos más (85-82). Los aurinegros habían perdido la iniciativa, pero un error de Berhanemeskel en el tiro libre la cambió de bando y White embocó un triple frontal que parecía ganador a 1,7 segundos del final. Pero nada había acabado. Alocén y Seibutis fabricaron una canasta que parecía definitiva, pero que anularon los árbitros por una antideportiva previa al lituano, que solo metió un tiro y mandó el partido a la prórroga (87-87).

En ese postre se disparó el Zaragoza con sendos triples de Berhanemeskel y Alocén, pero se sostuvo el Canarias. Se agarró a sus opciones, pero entró al minuto final cuatro abajo. White cometió una dudosa falta en ataque y todo se decantó para los locales tras una intensa batalla.