José Naranjo no se rinde en su propósito de demostrar que el Tenerife no se equivocó el pasado verano al invertir en su fichaje y convertirlo en la incorporación más llamativa de su nuevo proyecto. Aunque su rendimiento y sus números no le están dando la razón, el atacante onubense se siente con ánimos para "cambiar la situación" y ofrecer, al fin, su mejor versión. No le asusta el reto. Es más, dice que se ve "más fuerte que nunca".

Las dos semanas que se pasará sin competir, por su sanción en la jornada del empate con el Mallorca y la suspensión de la visita al Reus, le han servido para evaluar una trayectoria que, en cifras, se resume con 24 partidos jugados -es el noveno con más minutos-, cuatro goles marcados, tres asistencias -lidera los dos apartados-, 26 tiros a puerta y 13 entre los tres palos, dos encuentros de baja por sanción...

No solo no se conforma con sus registros, sino que entra en los tres últimos meses de la competición con "el ánimo a tope y muchísimas ganas, aunque la cara o los gestos puedan dar síntomas de otra cosa". A pesar de saber que la situación "no es buena", asegura que su actitud es positiva y da un paso al frente a la hora de asumir la responsabilidad que le corresponde. "No me tengo que esconder; sé que puedo dar muchísimo más".

Los motivos por los que aún no ha podido ofrecer ese nivel tienen que ver con las "circunstancias" de la competición, con los "momentos" e incluso con el funcionamiento colectivo, ya que el rumbo seguido por el equipo "tampoco ayuda". Pero el andaluz no elude "ninguna culpa" y acepta el reto de convencer a quienes han quedado decepcionados por su juego.

En el terreno de las críticas que ha recibido prefiere "no entrar", principalmente porque respeta la "libertad de opinión". Ante todo, avanza con la conciencia tranquila, consciente de lo que puede "ofrecer" sobre el césped. "Al final, con el trabajo diario y la ilusión, las cosas acabarán saliendo", pronostica.

Después de convivir varios meses con el exigente entorno del Tenerife, insiste en que le "gustan los retos" y que se hable de él. "Soy un profesional y estoy aquí para demostrar que no se equivocaron al ficharme. Voy a seguir luchando al máximo, voy a seguir mejorando y sé que al final acabarán consiguiéndose los resultados", añade José "convencido".

Pero también tiene claro que los errores son inevitables en el deporte, y supone que tropezará con alguno más en su camino como blanquiazul. En cualquier caso, pide comprensión. "Somos personas y podemos tener fallos. Los jugadores somos los primeros a los que no nos gusta que pase eso. Y si alguien quiere entender que a nosotros nos da igual, se equivoca totalmente. Soy quien más desea marcar goles en cada partidos, si es posible, pero así son las circunstancias, es fútbol", explica.

Son reflexiones que surgen en un tramo del calendario inusual para Naranjo, ya que el delantero podría encadenar 21 días sin jugar, desde su expulsión en Cádiz al partido en el Heliodoro con el Numancia del 10 de marzo. "Son dos semanas que se me harán largas y en las que valoro las cosas de otra forma", admite el futbolista, dispuesto a aprovechar este periodo de la mejor manera. "Los entrenamientos están para coger confianza, animarnos entre todos y estar más unidos, y pienso que de estas situaciones siempre se sale con trabajo, con positivismo y con energía". ¿Se verá a otro Naranjo?