En el primer partido determinante del curso europeo, el Barcelona precisa reivindicarse en Lyon frente al Olympique, donde necesita cimentar sus opciones en la Champions, su gran apuesta.

Será un duelo de octavos de final entre los dos únicos que quedan invictos en la competición. El Barcelona firmó una primera fase de calidad, con victorias en Wembley frente al Tottenham (2-4), en Eindhoven (1-2) y dejó escapar la victoria en el campo del Inter (1-1) cuando tenía el partido ganado. En casa, sumó los tres triunfos.

Los de Bruno Genesio han ganado uno y empatado los cinco siguientes. Se impusieron frente en Manchester ante el City (1-2) y después resolvieron sus partidos ante el Shakthar Donetsk y el Hoffenheim con empates, en casa y fuera, mientras que también empató en casa ante el City.

La asignatura pendiente del Barcelona es su falta de fiabilidad como visitante en eliminatorias. En las últimas cinco ha conseguido un empate y cuatro derrotas. Su último triunfo en eliminatorias data de febrero de 2016 cuando ganó 0-2 a domicilio al Arsenal.

Los catalanes han superado los once últimos enfrentamientos de octavos de final y el OL se le da bien, ya que nunca ha conseguido derrotarlo en los seis partidos disputados: una eliminatoria (octavos de final 2008-09: 1-1 en Lyon; 5-2 en el Camp Nou) y cuatro partidos en la fase de grupos.

Pese a la inclusión en la convocatoria de Umtiti, no se espera que juegue. Tres son las dudas de Ernesto Valverde, una en cada línea.

En defensa, todo apunta a que Nelson Semedo será el lateral diestro en lugar de Sergi Roberto; en la media Arturo Vidal será el sustituto del lesionado Arthur Melo y delante, seguramente Ousmane Dembélé será quien parta de salida en la posición que ocupa en los últimos partidos Coutinho.

El Lyon se ha labrado una reputación de "matagigantes", pero tiene la duda que le genera no poder contar con su estrella, el atacante Nabil Fekir, sancionado.

El referente en la capital del Ródano es el doble duelo contra el City, que se saldó con un triunfo en Manchester y un empate en su estadio, lo que facilitó su pase para los octavos.

Ahora, son conscientes de que tendrán que repetir esa gesta, que en cada ocasión contó con el concurso decisivo de un Fekir que purgará una sanción.

El equipo se ha conjurado para no tirar en la ida la eliminatoria y volver a contar con su estrella en la vuelta, lo que pasa por maniatar a Lionel Messi, una obsesión en la pizarra de Bruno Genesio.

El técnico puede optar por un 4-2-3-1, con Depay como enganche, un puesto en el que brilla cada vez que Fekir está ausente.

Ndombele, que arrastra unos problemas, es duda, aunque todo apunta a que será titular, algo que no tiene tan claro el defensa Denayer, que puede verse obligado a dejar su puesto a Marçal.