A la espera de la resolución que emita la magistrada competente. Así se encuentra el Aguere Ciudad de La Laguna, club de voleibol que descendió de la Liga Iberdrola en la pasada campaña, y las jugadoras acreedoras. En el juicio, llevado a cabo el pasado martes, no se llegó a un punto de encuentro entre las partes, lo que hace que se abra un periodo en el que se aguarda por la determinación de la jueza.

Un total de seis jugadoras -Marina Scherer, Belly Nsunguimina, Diana Sánchez, Renata Cristina de Jesús, Roberta Rinaldi y Tatiana Bécares- han sentado en el banquillo de los acusados al Aguere en una primera vista por la vía judicial. Unos 57.000 euros son los que debe la entidad capitaneada por un Juan Miguel Mena, que ha tenido que coger el mando y subsanar la delicada coyuntura en la que se encontró la entidad.

Desde la entidad aurinegra se reconoció las cantidades pendientes con estas jugadoras, no obstante, el caso de Roberta Rinaldi suscitó dicotomía entre las partes. La jugadora italiana reclama al Aguere el total de su ficha, no obstante, la discrepancia del mentado club radica en que la jugadora al haber abandonado el club, por mutuo acuerdo entre las partes, causa extinción de las obligaciones contractuales; así lo relató el abogado Jesús León Arencibia a este diario.

La nueva propuesta del club que incluía una moratoria de 2 años y una quita del 30% -anteriormente, se había ofrecido una reducción del 40%- no atendía a las pretensiones de las acreedoras. Es por ello que si la resolución -en un plazo comprendido entre diez días y un mes se dará a conocer- no contemplara el abono de la totalidad de la cantidad adeudada, las acreedoras acudirían al Fogasa.

Por otra parte, no se especula con una desaparición del club.