En el imaginario birria la de ayer tenía que ser esa victoria que demostrara que el cambio, con los fichajes de invierno en el campo, era sustancial y que el Tenerife podía soñar con cotas mayores que la permanencia. Pero la realidad de esta Segunda se parece más al duelo contra el Málaga que al del Nástic. Por eso, el punto no debe saber a poco. Porque tuvo enfrente un candidato al ascenso y porque, al menos, los insulares estuvieron más cerca de ganar que su rival.

Parecía que sería ayer cuando el conjunto blanquiazul repetiría once por primera vez en la presente temporada, pero unas molestias musculares de Paco Montañés lo impidieron. Entró José Naranjo en su lugar, cambiando su habitual posición de delantero antes de la irrupción de Borja Lasso por la de extremo izquierdo. El resto de la formación sí fue la misma que ante el Nástic de Tarragona había deslumbrado al Heliodoro.

Pero esta vez el rival tenía algo más de entidad. Como en cada jornada, los de López Muñiz convirtieron el terreno de juego en un campo de minas en el que resultaba muy difícil moverse con cierta comodidad. Así, el toque local quedó restringido a zonas de mucho tráfico. Esa presión avanzada, propiciada desde el 4-1-4-1 en el que N''Diaye y Adrián saltaban a apretar a Racic y Milla cada vez que trataban de iniciar, redujo el margen de maniobra ofensivo.

De hecho, a la escuadra insular le costó un cuarto de hora ejecutar su primer disparo. Fue Alberto desde fuera del área (15'') y sin consecuencias para la meta defendida por Munir. Tampoco es que asustaran los andaluces, que lo intentaron solo a balón parado antes del descanso. Dani Pacheco (19''), con una falta lejana con la que intentó sorprender a Dani Hernández; y más tarde, Blanco Leschuk cabeceando alto otra acción de estrategia (26'').

El partido avanzó hacia el descanso sin que el Tenerife encontrara zonas despobladas en las que encontrarse cómodo para asociarse, y Borja Lasso solo entraba en contacto con el balón demasiado lejos de la portería contraria. Tampoco es que el Málaga buscara una recompensa mayor que el empate y mantuvo su conservadora apuesta sin sonrojarse.

Tras el descanso se vio un ritmo más en los locales. Una cabalgada de Milla acabó en Naranjo, que buscó el chut después de recortar a Cifuentes (55''). Cuatro minutos más tarde llegó el primer contragolpe visitante. Lo finalizó, tras un rechace, Dani Pacheco con un tiro desviado desde la frontal. En la acción siguiente, Harper probó fortuna desde lejos (59''). Los dos equipos parecieron asumir más riesgos, algo que confirmaría Oltra con la entrada de Coniglio. Malbasic pasó a la izquierda y, en su primera incursión por la banda, puso un buen balón a la cabeza del argentino, que remató blando (66'').

Poco después, Ricca iba a sacar sobre la misma línea (71'') un córner rematado por Jorge. En una acción similar, Munir despejó de manera poco ortodoxa un cabezazo de Borja Lasso (77''). El balón no entraba pero, ahora sí, el Tenerife estaba empujando con la agresividad debida para sumar los tres puntos en juego.

En cada oportunidad que tenía, el Málaga trataba de bajar las pulsaciones al encuentro. Quería más, pero no se atrevía a dar el paso por el empuje local. Ontiveros había entrado por Pacheco y, más tarde, lo hizo Seleznov por Blanco Leschuk. Nada cambió en la estructura ni en las intenciones visitantes.

Suso volvió a intentarlo (83''), pero demasiado tapado por Ricca como para encontrar portería. Abreviaba ya procedimientos el CD Tenerife, no solo por la premura de tiempo sino porque era la única manera de sorprender a la armada defensa andaluza. Muy previsible en sus ataques, el Málaga solo inquietó en una acción individual de Ontiveros (86''). Pero al menos supo casi siempre estirar el partido para que los blanquiazules tuvieran que recorrer ingentes cantidades de terreno hasta llegar de nuevo a las inmediaciones del área de Munir.

Nano fue el último intento de Oltra en el partido. Lasso, algo desaparecido por entonces, le dejó su sitio en el campo. La intención era ganar presencia en el área, pero apenas tuvo efecto. El tiempo se fue consumiendo y la cosa acabó como pintaba desde el inicio al ver que el choque era tan atropellado: sin goles. Eso sí, las sensaciones fueron bien distintas a las de partidos anteriores en casa. Este Tenerife ya mira a la cara a los de arriba.

CD Tenerife: Dani Hernández, Luis Pérez, Jorge, Alberto, Héctor Hernández; Luis Milla, Racic; Suso, Borja Lasso, Montañés; y Malbasic. En el minuto 65, Coniglio entró por José Naranjo; en el 86, Nano sustituyó a Borja Lasso.

Málaga CF: Munir (1), Cifuentes (1), Diego Gonzalez (1), Pau Torres (1), Ricca (2); Keidi Bare (2), N''Diaye (2), Adrián (1); Harper (1), Blanco Leschuk (0) y Dani Pacheco (1). En el minuto 68, Ontiveros (1) reemplazó a Dani Pacheco; en el 82, Seleznov (s.c.) lo hizo por Blanco Leschuk.

Árbitro: Saúl Ais Reig (1), del Comité Valenciano, asistido por Marcos Daniel Saenén Álvarez y Rubén Campo Hernández. Amonestó a Jorge (6''), N''Diaye (47'') y Harper (79'').

Incidencias: Partido de la vigesimotercera jornada de la Liga 1 2 3, disputado en el estadio Heliodoro Rodríguez López ante 14.465 espectadores, según cifras oficiales. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Julen, el niño fallecido al caer a un pozo ilegal en la localidad malagueña de Totalán. El Tenerife lució su indumentaria habitual y el Málaga vistió completamente de negro. El encuentro fue ofrecido en directo por Televisión Canaria, además del resto de plataformas con derechos para emitir LaLiga 123 TV.