El triunfo del Tenerife ante el Elche parecía una gran noticia el pasado viernes. Lo es por lo que supone para las sensaciones del equipo, que rompe una racha de cuatro jornadas sin ganar, y para comenzar con mejor pie el 2019. Pero sus compañeros de viaje en la pelea por la permanencia le demostraron que no será nada sencillo despegarse de los últimos puestos de la tabla clasificatoria.

Durante el fin de semana, ganaron tres de los conjuntos alojados en puestos de descenso. El otro (Córdoba) no sumó porque se enfrentaba al Nástic. El Extremadura fue capaz de doblegar en casa a un equipo de "playoff" y el Reus, pese a sus enormes problemas, conquistó La Rosaleda contra todo pronóstico. El Zaragoza también fue capaz de ganar a domicilio, pero como al Tenerife, solo le sirvió para mantener dos puntos de ventaja sobre las cuatro últimas plazas. Eso sí, la derrota del Numancia en casa ante el Oviedo en la tarde de ayer metió a los sorianos en una lucha que se antoja larga. Como manda la tradición en Segunda, la clasificación se comprime. Y aunque no es tarde para pelear por ningún objetivo, los saltos adelante suben de precio.